Las despedidas son siempre tristes, aunque había algún edil que por el tono de voz en sus intervenciones se le veía ya con la cabeza puesta fuera del Ayuntamiento de Málaga. El pleno celebrado ayer marcó la despedida de ocho concejales que no irán en las listas electorales del próximo 24 de mayo. Quizás el día siguiente a las elecciones las despedidas sean más, en función de los resultados obtenidos.

Raúl López, Ana Navarro, Carlos Hernández Pezzi, Manuel Hurtado, Francis Montiel, Daniel Moreno, Toni Morillas y Ana García Sempere realizaron sus últimas intervenciones en el pleno. O por lo menos las penúltimas. Todavía les quedará una oportunidad para despedirse en toda regla. Será el 10 de junio, cuando se celebre el pleno con la actual corporación para aprobar el acta del pleno de ayer. En ese momento podrán dar el último adiós al salón de plenos que los ha acogido durante cuatro años. Por lo pronto, Hernández Pezzi no pudo evitar emocionarse en su última intervención, que tuvo que interrumpir con un nudo en la garganta. Además, se marchó por la puerta grande, con su última moción aprobada por unanimidad. No era para menos, pedía estudiar de la brecha social en la ciudad y la búsqueda de soluciones.

También la concejala de IU García Sempere se marchó con un buen saco de propuestas aprobadas en el último pleno. No tuvieron tanta suerte los socialistas Daniel Moreno y Francis Montiel. El primero recibió un repaso dialéctico de la edil del PP Elisa Pérez de Siles en una moción sobre La Corta; y la segunda sufrió en su última intervención, que fue en un debate con el concejal de Turismo, Julio Andrade.

Manuel Hurtado, portavoz adjunto socialista, también se despide de la primera línea del trabajo municipal tras una nueva demostración de elegancia dialéctica que le han granjeado el respeto en las bancadas opuestas.

La concejala de IU, Toni Morillas, por su parte se despidió del pleno con intervenciones en las que alternó la crítica acerada al equipo de gobierno con el apoyo en algunas mociones de corte social, siendo fiel a su estilo, sin más concesiones que las precisas que la han convertido en una dura contendiente del plenario.

Los ediles populares que ya se saben que no repetirán -Raúl López y Ana Navarro- mantuvieron un perfil bajo en esta última sesión del pleno, aunque eso no evitó que Raúl López se bregara dialécticamente con los representantes de los asalariados del taxi en el debate de aprobación de la nueva ordenanza del sector.

Resumen de cuatro años

El último pleno del mandato fue un compendio de cómo se ha desarrollado la actividad municipal en este mandato. Hubo muchas críticas. El PP utilizando a la Junta de Andalucía como argumento contra la oposición. El PSOE e IU acusando al PP de estar ajeno a la realidad. Y Hernández Pezzi haciendo la poca guerra que le han dejado desde su escaño independiente, tras su salida del grupo socialistas. De hecho, este edil no escondió ayer su profunda decepción por el PSOE y su gestión durante estos cuatro años.

Por supuesto, tanta crítica no encontró respuesta. Al menos no una respuesta coherente. Eso ha sido una tónica de los plenos, el constante diálogo de sordos entre los grupos. También hay que reconocer que el pleno ha perdido gran parte de su sentido, al llegar la mayoría de los temas debatidos en las comisiones sectoriales.

Al menos sí que ha recuperado el pulso ciudadano. Ayer pasaron por el salón de plenos cerca de 150 personas pertenecientes a colectivos de taxistas, vecinos de La Corta y Lagunillas, extrabajadores de Hitemasa, hoteleros y familiares de niños con síndrome de autismo, entre otros grupos. Lo que se ha perdido en debate político se ha ganado en viveza y frescura, con las intervenciones de ciudadanos. A veces más acertadas, otras menos y siempre con el problema del tiempo. El dinamismo se ha recuperado por esa vía.

La siguiente sesión plenaria será muy diferente. Las encuestas anticipan la entrada de grupos políticos nuevos -Podemos y Ciudadanos- y cambios en el reparto de escaños. El PP lucha por mantener la mayoría absoluta y en ese aspecto Carmen Casero se ha convertido en la clave, al ocupar el puesto 16 de la lista y la llave para esa mayoría. De no llegar ahí, el campo de juego se abre y deja paso a la incertidumbre.