La Federación del Comercio de Málaga (Fecoma) solicitó ayer que el comercio tradicional malagueño y mediterráneo sea declarado por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así lo explicaron durante un acto en el Ateneo de Málaga el presidente de Fecoma, Enrique Gil, y el doctor en Dirección y Administración de Empresas Juan Antonio Aguilar.

De esta forma, Gil explicó, en rueda de prensa, la importancia cotidiana en la vida de los ciudadanos del comercio tradicional, «lo que lleva a éste a convertirse en patrimonio inmaterial de nuestra sociedad».

«Este comercio, que atraviesa por importantes dificultades, lo hemos heredado de nuestros padres y libra una difícil lucha contra formas importadas -grandes almacenes y franquicias- sin el suficiente apoyo de las administraciones públicas», señaló, asegurando que «nuestra cultura, hábitos de consumo y formas de vida se deben, en buena medida, a nuestro pequeño comercio tradicional».

Desde el punto de vista económico y académico, la importancia de este comercio tradicional es «muy valiosa para su inclusión en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad», ya que «cumple los criterios de selección establecidos», indicó el presidente de la organización.

Por su parte, el doctor en Dirección y Administración de Empresas recordó que la Unesco define el patrimonio cultural inmaterial como «los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural», motivo por el que se han aventurado a hacer la petición.

«Si se obtiene este reconocimiento se conseguirán derechos y obligaciones que garantizarán el normal desenvolvimiento de los comerciantes malagueños. Somos responsables de entregar este legado que recibimos del pasado a nuestros hijos en las mejores condiciones», concluyó Aguilar durante su interlocución en el Ateneo.