La Junta de Andalucía, junto al Ayuntamiento de Málaga, realizó ayer, en el paraje de Los Pinares de San Antón, un simulacro de incendio forestal para comprobar el funcionamiento de los operativos intervinientes, activando por primera vez en Andalucía tres planes de emergencia distintos. Estos planes son los de Autoprotección de la Urbanización Pinares de San Antón, el Plan Local de Emergencias por Incendios Forestales de Málaga (Pleif) y el Plan de Emergencias por Incendios Forestales de Andalucía (Infoca). El delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, se desplazó al lugar para dirigir la emergencia, acompañado por el delegado de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Adolfo Moreno,. Este ejercicio práctico supuso la activación del nivel 1 del Plan de Emergencias en su fase provincial. En el simulacro se escenificó un incendio provocado por un accidente de tráfico en la venta del Boticario, en la margen izquierda de la A-7000, con dirección de Colmenar a la capital. El fuego simulado tuvo una evolución rápida y amenazó al diseminado de viviendas de la zona de la Venta del Mijeño, que al final no se vio afectada, y a la urbanización Pinares de San Antón, donde viven 2.700 personas, que fueron desalojadas de forma preventiva y evacuadas al polideportivo de La Mosca.

Unos 200 efectivos del Plan Infoca intervinieron en el ejercicio, entre ellos, Emergencias Andalucía (112, GREA y Protección Civil), efectivos y técnicos de extinción junto a agentes de Medio Ambiente, así como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y la Unidad de la Policía adscrita a la Comunidad) y bomberos del Consorcio Provincial y del Ayuntamiento de Málaga, junto a Policía Local, Cruz Roja y voluntarios de Protección Civil.

En cuanto a los medios desplegados por Medio Ambiente, se cuentan una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones, tres vehículos autobomba, dos grupos de especialistas, una Brigada de Refuerzo con base en Cártama (Málaga), un helicóptero de transporte y extinción, seis técnicos de operaciones y uno de supervisión.

La zona de Pinares de San Antón sufrió en el verano de 2001 un grave incendio que arrasó 20 hectáreas y obligó a desalojar viviendas.