Lourdes García Ortiz será en unos días la presidenta de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga, convirtiéndose así en la primera mujer en acceder a este cargo. Ha pasado siete años en la Novena y entre 1999 y 2009 formó parte de la misma sala que ahora va a presidir, cuya cúpula, por cierto, va a ser íntegramente femenina también por primera vez en la historia judicial local: sus compañeras serán las magistradas Carmen Soriano, María Luisa de las Heras y María Teresa Guerrero, además de la secretaria de la sala, Inmaculada Núñez. Su currículum es tan extenso como brillante: ingresó en la carrera en 1986 tras estudiar Derecho en Palma de Mallorca. Ha pasado por el Juzgado de Distrito de Gavá (Barcelona), los juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Posadas (Córdoba) y Motril (Granada), así como por Instrucción 1 de Málaga. Asimismo, es profesora de la Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados y miembro de Jueces para la Democracia. Dice que, aunque el machismo está en la sociedad, no lo ha percibido en su trabajo, ya que sus compañeros siempre la han tratado de igual a igual.

¿Qué supone para usted acceder a la presidencia de la Sección Segunda de la Audiencia?

Supone el reto de organizar el trabajo al frente de una sección. Llevo 15 años en la Audiencia Provincial, así que continuaré en la misma línea de trabajo sólo que con más responsabilidad.

Las mujeres ocupan cada vez puestos más relevantes en la Administración de Justicia...

Yo llegué en el 99, hace 15 años, a la Audiencia y ya han llegado también otras. Se han ido incorporando a las distintas secciones. Ahora había una vacante en la Sección Segunda y es la primera vez que una mujer accede a la presidencia. Desde luego es un reto y significa que sigo avanzando en mi responsabilidad como jueza.

Además, la Segunda va a ser una sección completamente femenina con otras tres magistradas y una secretaria, también por primera vez en la historia judicial de la provincia...

Sí, voy a trabajar con cuatro compañeras, personas muy competentes y tendremos un equipo de trabajo muy bueno. La Segunda fue mi primer destino en la Audiencia y allí estuve desde el 99 hasta 2009. Lo que hago es volver a un sitio en el que tuve compañeros muy buenos como José María Muñoz Caparrós y Joaquín Delgado. El primero falleció hace un año, pero es un honor desempeñar el último destino que él tuvo. Fuimos grandes amigos. Él se jubiló como presidente de la Sección Segunda y ahora, tras siete años, yo vuelvo.

¿Ha notado usted dificultades en su carrera como jueza por ser mujer?

No, no lo he notado en el desempeño del trabajo. El machismo está en la sociedad, lo vivimos cada día en las casas, la calle y los colegios, pero no está de forma especial en el trabajo. Yo siempre he encontrado un trato de igual a igual en mis compañeros, no he notado discriminación alguna y a la hora de desarrollar el trabajo he asumido el mismo que los demás. No he percibido ni discriminación positiva ni negativa en el trabajo de la Audiencia. Siempre nos hemos ayudado unos a otros y hemos trabajado muy bien. Va más con el carácter de la persona.

Entre sus compañeros no ha notado machismo alguno, pero ¿y por parte de otros operadores jurídicos como los justiciables y los abogados?

Siempre ha habido respeto de los abogados y los justiciables. Puede haber quejas en general, pero no por ser mujer, sino porque estamos muy cargados de trabajo y no damos abasto para sacar las cosas con la celeridad que quisiéramos pero la cosa mejora. Se nos han dado más medios de los que teníamos cuando yo estaba aquí al principio, aunque ahora ha habido un parón con la crisis.

¿Tiene una jueza una visión distinta de la Justicia?

Yo trabajo con dos compañeros en la Sección Novena, y a veces dos vemos lo mismo y uno lo ve al revés. La percepción femenina puede ser distinta en determinados casos, pero la capacidad para valorar las pruebas es la misma. Va con la persona no con que se sea hombre o mujer.