Después de casi dos centenares de escalones y algunos tramos de parada al aire libre, a través de la torre norte se ven de fondo el Castillo de Gibralfaro y la Alcazaba. Con estas vistas se encuentran los primeros visitantes de los recién estrenados recorridos por la cubierta de la Catedral. En horario de mañana y en grupos de un máximo de 50 visitantes, las visitas se iniciaron ayer.

Las cubiertas de la Catedral se han abierto una vez superados los trámites administrativos que retrasaron su apertura. No fueron pocos los malagueños y turistas que se animaron a ser los primeros en ver la ciudad desde las alturas. Fue el caso de Antonio Díaz, malagueño y criado en El Chorro, que comparaba estas visitas con el Caminito del Rey, que va a visitar también en los próximos días, como motor de atracción turística. Antonio aseguraba ayer que leyó la noticia por la mañana en el periódico y salió disparado para la Catedral sin terminar si quiera de leer el diario.

Los grupos, que no cesaban de entrar en el tejado abovedado de la Catedral, estaban repletos de turistas de todas las nacionalidades. Muchos se quedaban paralizados al verse a casi 50 metros sobre la ciudad y contemplar la plaza del Obispo desde arriba. El click de las cámaras de fotos era el segundo sonido más escuchado del ambiente después del rumor marítimo, acompañado de una suave brisa que hacía más agradable la visita.

Otro nutrido grupo de visitantes estaba formado por estudiantes de Historia del Arte que tenían la intriga de ver desde una óptica distinta un enclave con tanta historia como es la basílica de la Encarnación. Desde ella se pueden ver todos los puntos de Málaga. Desde cerca se ve la Alcazaba o el Palacio de la Aduana, pero a lo lejos también se puede apreciar La Rosaleda o los barcos que se encuentran entrando al puerto. «Es fundamental que se abra este enclave, lo único similar es la terraza del Málaga Palacio pero está más orientada y con vistas al puerto», señalaba Natalia, una de las estudiantes de Historia del Arte que hacía la visita al tejado catedralicio y que comentaba en voz alta muchos de los misterios históricos que rodean al templo mayor de Málaga.

Los visitantes podrán subir a disfrutar de los tejados de la Catedral de martes a domingo. Pero desde el viernes 29 de mayo comenzarán también las visitas nocturnas, previsiblemente a las 20.30 horas, ya que la Iglesia quiere adaptar estas visitas al horario de la puesta del sol, de manera que se pueda contemplar desde las bóvedas de la Catedral.

Opiniones para todos los gustos. No todo iban a ser buenas palabras de los visitantes. Ahí está el caso de Arcangelo, un estudiante italiano que reside en la ciudad desde hace 5 meses y que aprovechó para hacer una comparación entre su ciudad, Roma, y el centro de Málaga. Considera que en la ciudad costasoleña «no han sabido cuidar su arte, el centro se ha degradado debido a que no han sabido extenderlo mucho más allá del Castillo de Gibralfaro y la Alcazaba».