­A Andalucía se le escapó el tren de la LOMCE hace un par de estaciones y desde entonces lo persigue en una vagoneta en la que viajan miles de alumnos y profesores, que no entienden absolutamente nada. El próximo curso volverá a ser de transición y la implantación de la nueva ley se hará a medias y de forma progresiva, como ya ha ocurrido este año. Mientras, la Junta, que no deja de oponerse a la nueva norma estatal, saca pecho y presume de que blinda sus políticas educativas. Pero la falta de tiempo y de Gobierno (dos meses ya desde las elecciones autonómicas) impiden aprobar la orden que desarrolle la ley. Eso dice. Y mientras tanto dicta instrucciones.

La LOMCE tiene que llegar este año a la ESO y Bachillerato. Y continuará en segundo, cuarto y sexto de Primaria, según el calendario de implantación. También a los segundos cursos de los nuevos ciclos de FP Básica. El pasado 28 de abril, el aún consejero, Luciano Alonso, informó sobre las instrucciones transitorias -hasta que se apruebe la normativa autonómica- para el próximo curso, «que garantizarán los principios de equidad, calidad e inclusión», destacó.

Pero se producirán modificaciones en el currículum, en la organización, en los objetivos, en los méritos de promoción y en las evaluaciones, dando lugar a la primera de las discutidas reválidas que propone la LOMCE, y que tendrán que hacer los escolares que acaben sexto de Primaria.

No obstante, esta normativa provisional, según dijo Alonso, garantiza un proceso de aprendizaje basado en capacidades y competencias, «frente a la mera acumulación de contenidos que plantea la propuesta curricular del Ministerio de Educación». En la LOMCE, el concepto de competencias queda apuntado en los preámbulos, pero está ausente tanto en el articulado como en los reales decretos de su desarrollo.

La versión oficial de la Junta indica que en Secundaria y Bachillerato se mantendrá la carga horaria actual de las especialidades de Filosofía, Tecnología, Economía, Lenguas Clásicas y Música, que dejan de ser obligatorias con la LOMCE.

Educación para la Ciudadanía dejará de existir como materia, pero en su lugar se incorpora la asignatura Valores Éticos como alternativa a la Religión. La materia de Ciencias de la Naturaleza (que se imparte actualmente en primero y segundo de ESO) se desdobla en dos asignaturas troncales distintas: Biología y Geología, que se impartirá en el primer curso; y Física y Química, en segundo. A su vez, en tercero, la asignatura troncal de Matemáticas tendrá dos opciones: Orientadas a las enseñanzas académicas u orientadas a las enseñanzas aplicadas.

Cuarto de la ESO tendrá un carácter fundamentalmente propedéutico. Por ello, los alumnos podrán escoger entre dos opciones: Enseñanzas académicas para la iniciación al Bachillerato o enfocadas hacia la FP.

Podrán acceder a los estudios de Bachillerato los alumnos que estén en posesión del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria y hayan superado la evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria por la opción de enseñanzas académicas, es decir, la temida reválida, que sin embargo, no se implantarán hasta el curso 2017/2018, ya que este curso únicamente harán pruebas de evaluación los alumnos que terminen tercero de Primaria, aunque será una evaluación continua. Y el próximo año académico le corresponderá a los que acaben sexto de Primaria (en Andalucía será una prueba de conocimiento con resultados orientativos).

Modalidades

Las modalidades del Bachillerato en Andalucía, a diferencia que en otras comunidades (la LOMCE sólo plantea como obligatorios los bachilleratos de Humanidades y Ciencias Sociales) serán tres: Ciencias, Humanidades y Ciencias Sociales y Artes. Se producirán numerosos cambios en la organización de las asignaturas. Dejarán de estar en el currículo de Bachillerato algunas materias, como Ciencias para el Mundo Contemporáneo, mientras que se crearán otras nuevas, como Cultura Científica, Volumen, Anatomía aplicada, Geología…

Otras de las ya existentes cambiarán de asignación, como por ejemplo, la Literatura Universal y la Historia de la Filosofía que pasarán a ser troncales de opción en primero y segundo, respectivamente, o las Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente que será específica en segundo.

En las instrucciones del 13 de marzo de 2015 aparecía la asignatura Tecnologías de la Información y la Comunicación en primer curso tanto en la modalidad de Bachillerato de Ciencias como de Sociales y Humanidades, «pero de forma incomprensible ha desaparecido en las nuevas instrucciones», critican los profesores de Informática, que acusan a la Consejería de suprimir la opción de estudiar esta materia en Bachillerato.

La Junta salió al paso de estas críticas diciendo que es absolutamente falso, que la Consejería implantará Ciencias de la Computación en la ESO y Bachillerato, si bien en las últimas instrucciones de mayo no aparecen ni TIC I ni TIC II. En el mismo sentido se expresan los profesores de Dibujo, que piden a la Junta de Andalucía que en la reforma de Bachillerato no se reduzcan las asignaturas de la especialidad y las horas lectivas de éstas para el próximo curso. Lamentan que la LOMCE «menoscaba y deja a un lado» las enseñanzas artísticas pero el arreglo que hace la Junta «las ha deteriorado aún más».

Lo mismo ocurre con el francés como segundo idioma en Primaria. Finalmente se cae del currículum para el próximo curso en primero, tercero y quinto, tal y como estaba previsto, según la orden del 17 de marzo. El sindicato ANPE sostiene que la Consejería ha dicho «que no se va a implantar el segundo idioma en ningún centro, salvo en aquellos que quieran experimentar porque tengan suficientes recursos».