­El Biobanco de Málaga guarda en sus instalaciones más de 200.000 muestras de pacientes que corresponden a 42 colecciones y líneas de investigación. En la provincia hay tres de estos bancos: en los laboratorios de investigación del Hospital Civil, en los laboratorios de Anatomía Patológica del Hospital Clínico y en el Costa del Sol.

Estos acogen muestras biológicas de pacientes asociadas a información clínica. Todas ellas son recogidas, procesadas, almacenadas y gestionadas con el objetivo de que puedan beneficiar a la sociedad mediante la investigación biomédica.

Pese a que estos bancos atesoran cierta historia -en Granada existe desde 2004 el Banco de Tumores- no fue hasta 2011 cuando quedó configurado el Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía, que actualmente integra todas las muestras biológicas utilizadas dentro de la comunidad autónoma andaluza, junto con material empleado en trasplantes y para el uso clínico, como banco de tejidos o centros de transfusión.

El fin de los biobancos es potenciar y favorecer la investigación biomédica, ya que estos acogen las muestras de miles de pacientes cuyos tejidos se envían a los grupos de investigación cuando los precisan para un estudio determinado. La responsable y técnico del Biobanco del Clínico, Carmen Ventura, explica que las muestras se extraen siempre con el consentimiento del paciente y aprovechando intervenciones o biopsias, es decir, que nunca se hace de manera expresa o específica porque siempre prima la calidad de vida del paciente y lo que se hace es aprovechar el excedente de la operación. Las muestras pueden conservarse de distinto modo según su tipología. Las que se guardan a temperatura ambiente duran al menos una década y las que lo hacen en frío, de forma indefinida. Todas ellas pasan por controles rutinarios y exhaustivos para evitar que haya fallos en su conservación y, las muestras, una vez vayan a utilizarse, no estén inservibles.

Líneas de investigación

Los biobancos malagueños llevan las líneas de investigación de diferentes patologías, fundamentalmente las que tienen que ver con cáncer, endocrinología, hipertensión, obesidad, urología o cardiología. Por ello, almacenan tumores sólidos, sangre, tejido adiposo, pelos, uñas, heces, orina, semen, sangrado de menstruación y ahora en Sevilla se están empezando a guardar lágrimas.

La técnico de laboratorio explica que cada uno de ellos se guarda a la temperaturas más adecuadas según el tipo: los tejidos sólidos o tumores a temperatura sólida, el resto en nevera normal a cuatro grados, y otras en congelador a -20 o -80 grados. Las líneas celulares se conservan a -196 grados en nitrógeno líquido.

Los biobancos andaluces funcionan en la misma línea que los del resto de España, por lo que todos los del país se intercambian tejidos y muestras para distintas investigaciones. De hecho, el año pasado el banco malagueño participó en 60 proyectos, cuarenta de ellos locales, quince andaluces y cinco nacionales. «A veces se cogen muestras de archivos asistenciales, otras directamente del biobanco», explica Ventura, que afirma que, aunque a veces se participa con una sola muestra en una petición determinada, se ha dado el caso de mandar hasta 2.000 tubos con sangre para una sóla petición. Todos los envíos reciben el visto bueno de un comité ético, y previamente el del paciente.

Además de tejido dañado, los expertos guardan tejido sano para otras intervenciones y, de un tiempo a esta parte, conservan grasa de personas que se practican reducciones de estómago pues se ha constatado que estas muestras poseen una alta calidad de células madre. De hecho, la Iniciativa Andaluza de Terapias Avanzadas (IATA) emplea células madre para investigaciones que se trasladan al paciente. «La terapia celular es bastante cara, por lo que estos biobancos y la investigación también sirven de ahorro a la administración», cuenta la trabajadora, que asegura que en los tres biobancos sólo trabajan seis personas, una de ellas a media jornada.

Conscientes de que su labor contribuirá a interesantes hallazgos científicos en el futuro, no sólo ponen su grano de arena en lo que a recopilación y recogida de muestras se refiere, sino que además han participado como donantes en investigaciones. «Estamos muy concienciadas», señala Carmen Ventura.

Esta semana, medio centenar de investigadores malagueños se han dado cita en el curso de Biobanco para la Investigación, a través del cual han intercambiado experiencias y actualizado criterios relacionados con la gestión de muestras biológicas, además de profundizar y debatir los aspectos éticos y legales vinculados con la utilización de material procedente de Biobanco para investigación.

Objetivos

El IBIMA tiene como objetivos fundamentales el desarrollo y la integración de la investigación básica, clínica y de salud pública, potenciando la investigación traslacional desde las unidades de gestión clínica que integran los hospitales públicos de Málaga para el beneficio directo del paciente, con el objetivo de poder ofrecer la mejor respuesta a las necesidades de prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud más prevalentes en Andalucía. En la actualidad cuenta con 44 grupos multidisciplinares de investigación (33 consolidados y 11 emergentes).