La mujer acusada de seccionarle el cuello a su proveedora de joyas el 18 de diciembre de 2013 en el Paseo Marítimo de La Cala del Moral ha asegurado que pagó 3.500 euros de los 4.000 que le debía a la fallecida, y que antes del fatal desenlace discutieron y ella fue agredida, por lo que esgrimió un cúter con la mano izquierda y ya no recuerda nada más.

"Esa mujer me tenía loca, me asustaba, yo me escondía de ella", ha precisado en el juicio con jurado que se sigue contra ella en la Ciudad de la Justicia. El fiscal le pide 21 años.

La defensa asegura que no fue un asesinato, sino que la fallecida, que vendía joyas a la agresora, la perseguía para cobrar sus deudas. La agresora ha reconocido que estuvo con ella el 18 de diciembre de 2013 en La Cala, pero alega que la víctima la amenazó y le quitó las gafas de un manotazo, tras lo que se produjo la agresión. Luego salió corriendo.

El fiscal y la acusación particular han comparado la sección del cuello con las ejecuciones del Estado Islámico por su aparatosidad, lo que implica que el corte no se precipitó por una discusión sino que precisa de frialdad y preparación. La defensa niega eso y asegura que fue la fallecida la que buscó a la agresora.