La Guardia Civil presentó ayer en el puerto de Málaga los medios que participan en la novena edición de la operación Indalo 2015, orientada al control de las fronteras aéreas y marítimas del sur peninsular con el fin de evitar el tráfico ilegal de personas y extenderse a la lucha contra el narcotráfico, la contaminación marítima, la pesca ilegal y el crimen transfronterizo en general. Un buque oceánico y un avión del instituto armado forman ya parte de la flota europea que el año pasado supuso la interceptación de 4.114 inmigrantes irregulares, 328 embarcaciones así como la detención de 10 traficantes de personas.

«La inmigración irregular es un drama humano al que hay que dar respuesta, teniendo en cuenta que hay que impedir la entrada ilegal pero también hay que salvar vidas, cumpliendo escrupulosamente los convenios internacionales», dijo el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, quien destacó la efectividad que la operación Hera viene arrojando desde 2006 sobre el control de la inmigración ilegal procedente de Mauritania y Senegal a través de Canarias.

El general de brigada Juan Luis Pérez Martín, responsable de la Jefatura Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil, comparó la avalancha de aquel año con la que actualmente sufre Italia y recordó que el Gobierno de Mauritania tiene censados 40.000 inmigrantes esperando para embarcar en alguno de los 4.000 cayucos contabilizados en el puerto de Noadhibou, pero puntualizó que en España no hay inmigración procedente de esta zona «porque se está conteniendo». «Ojo con esta zona porque en el momento que quitemos el tapón se nos puede volver hacia aquí», advirtió Pérez. Fernández de Mesa aseguró que la cooperación española con Mauritania y Senegal ha permitido establecer un sistema de comunicaciones seguras que ha hecho que se pase de la llegada de miles de inmigrantes a cifras prácticamente anecdóticas, aunque eso haya provocado que el flujo migratorio hacia Europa se desplace al norte de Marruecos. «La cooperación con Marruecos y Argelia ahora no sólo es imprescindible, sino necesaria para llevar a buen puerto la actuación», abundó el director de la Guardia Civil, antes de añadir que Indalo pretende controlar «todo lo que pueda venir», como drogas, armamento o yihadistas. No obstante, el operativo del año pasado permitió arrestar a 50 personas involucradas en el tráfico de 31.237 kilos de hachís y 33 de cocaína que representaban un valor en el mercado ilícito de cerca de 50 millones. En 2011, el balance apenas llegaba a los 2.600 inmigrantes y 12 toneladas de drogas.

Financiada por la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), la operación se llevará a cabo frente a las costas de Algeciras, Málaga, Granada, Almería y Murcia, y contará con 4 buques oceánicos y 5 aviones que aportan España, Islandia, Finlandia, Portugal, Italia y Francia.