­Las posibilidades de que la socialista María Gámez formase un gobierno municipal amplio y sólido (en el actual del PP se reparten áreas 19 ediles) se redujeron ayer considerablemente hasta rozar la imposibilidad después de que los candidatos de Málaga Ahora y de IU-Málaga para la Gente, Ysabel Torralbo y Eduardo Zorrilla, respectivamente, anunciaran que no entraría en un hipotético Gobierno del PSOE. Esta misma posición ya la había adoptado Ciudadanos (no formar parte de ningún gobierno que no presidan).

Esto supone que Gámez solo contaría con sus nueve concejales para formar un hipotético gobierno, una cifra que lo haría débil, aunque contase con apoyos puntuales para la gestión del día a día.

Lo paradójico es que tanto IU-Málaga para la Gente como Málaga Ahora (la formación afín a Podemos) se mostraron ayer dispuestos a respaldar la investidura de la socialista María Gámez como alcaldesa para «desbancar» a Francisco de la Torre de la alcaldía.

Esto podría propiciar que, si Ciudadanos también votase al PSOE, María Gámez contase con los votos necesarios (16) para ser investida alcaldesa por el pleno, una situación difícil pero no imposible.

Lo cierto a que a la luz de los compromisos anunciados ayer, que aclaran y definen la posición de cada partido, se ve difícil la hipotética tarea de gobernar para el PSOE y María Gámez.

La otra posibilidad es que el candidato del PP, Francisco de la Torre, logre el apoyo del grupo de Ciudadanos para el pleno de investidura o simplemente que formalice lo que estipula la ley electoral de que, en caso de no haber nadie con mayoría absoluta, sea investido alcalde el candidato de la lista más votada.

Medidas de regeneración. Tanto el grupo de IU como el de Málaga Ahora presentaron ayer las medidas para propiciar «el cambio» en el Ayuntamiento .

En cuanto a la regeneración democrática y la transparencia, IU aboga por realizar una auditoría de la deuda municipal, por elegir de forma consensuada a los gerentes de las empresas, por reducir al menos en un 50 por ciento los cargos de confianza y sus retribuciones, por eliminar los sobresueldos, por los presupuestos participativos o por las consultas ciudadanas.

Defienden también un debate público sobre el modelo de ciudad y por la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el consenso de los agentes sociales y la paralización de los convenios urbanísticos que impliquen pérdidas para el patrimonio histórico, como los de Repsol, La Térmica y Hoyo de Espartero.

Por su parte, las concejalas de la coalición apoyada por Podemos presentaron las «llaves verdes» de su formación, que constituyen un conjunto de cinco puntos para la regeneración municipal.

Giran en torno a cuatro ejes: transparencia, democracia, dignidad y ecología. Entre las medidas que proponen, se encuentran la creación de un portal de transparencia y una auditoría de la deuda municipal; la municipalización de los recursos y servicios públicos, así como el establecimiento de unos presupuestos participativos, universales y vinculantes para los distritos. También una reducción «drástica» de los altos cargos y «gastos superfluos» y la implementación de medidas para evitar la exclusión social, y el ahorro energético a través de la instalación de placas solares en edificios públicos. Otra condición es la retransmisión en directo por internet de las negociaciones.