El pacto ha confirmado lo que todos intuían, que Ciudadanos apoyaría a Francisco de la Torre como alcalde de Málaga. El acuerdo estaba cerrado el miércoles por la tarde. Menos de una semana y tres reuniones han sido necesarias para llegar a un acuerdo. Y a tenor de los puntos que se han acordado, no parece que haya sido muy difícil. Casi diría que la única dificultad estriba en ver cómo se va a concretar la reducción de sueldos exigida por Ciudadanos a los gerentes municipales, verdadera piedra angular de la gobernabilidad de Málaga. La formación naranja se juega su credibilidad y el PP la posibilidad de perder a muchos de los cargos de confianza que están en el Ayuntamiento.

Al menos, Francisco de la Torre tiene algo ganado y es al propio portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, que compareció ayer a su lado en una multitudinaria rueda de prensa en la que se presentó el acuerdo de gobierno alcanzado. El lenguaje gestual y la forma de dirigirse al todavía alcalde en funciones muestran hasta qué punto Cassá se muestra rendido a los pies de De la Torre: leve inclinación del cuerpo al darle la mano, mirada a De la Torre mientras éste habla, referirse a él como don Francisco o Francisco, o insistir en el buen trabajo hecho en el Ayuntamiento en estos 20 años (aunque matice que hay cosas por mejorar) da una idea de que la negociación para el pacto se ha desarrollado por unos cauces más que amables.

Los tres folios del acuerdo, además, aseguran a De la Torre los cuatro años de gobierno y que se mantenga como alcalde. Más estabilidad imposible con 13 concejales de 31. Eso sí, el regidor en funciones se lamenta de la negativa de Ciudadanos a entrar en el gobierno, aunque mantiene esa puerta abierta. ¿Quizá tras las elecciones nacionales de noviembre? Parece improbable, pero De la Torre no descarta esa posibilidad.

El pacto firmado ayer cuenta además con una peculiaridad que facilita su interpretación. Parte de los acuerdos están escritos con un formato de letra más grueso, lo que se conoce como «negrita». Puede parecer un aspecto banal, hasta que se escucha la rueda de prensa en la que, una y otra vez, tanto Cassá como De la Torre hicieron referencia a que los párrafos en «negrita» son los acuerdos que se aplicarán de forma más inmediata. Hasta el tipo de letra parece que juega su papel en este acuerdo de gobierno. Los puntos escritos en un formato de letra normal se quedan para desarrollar el año próximo.

Reuniones pendientes

A partir de la semana próxima se vuelven a retomar las reuniones para ir perfilando el acuerdo firmado ayer. Será con la investidura ya realizada y con De la Torre como alcalde por otros cuatro años. La prioridad será concretar aquellos puntos en los que parece que hay una redacción más ambigua, como es definir el futuro de los gerentes. También está por ver la fusión de organismos municipales para simplificar la estructura y reducir cargos de confianza y de libre designación. Hay 62 en todo el Ayuntamiento. Por ahora hay acuerdo para eliminar 17 puestos y está por ver si se amplía ese número, que en todo caso está muy lejos del 90% exigido por Ciudadanos, tras un llamamiento al «sentido común» asumido por Cassá.

En este mes también se iniciarán los contactos para redactar las ordenanzas fiscales para 2016, que se esperan concretar con una rebaja en los impuestos o, al menos, un incremento de las ayudas.

Ciudadanos sí ha podido incluir sin problemas algunos aspectos que venían en su programa electoral y que parecen de fácil desarrollo en el Ayuntamiento. La tarjeta Málaga Pass, reforestar la periferia de la ciudad o un bono anual para el transporte público, siguiendo el ejemplo de Gijón, son algunas de estas propuestas de Ciudadanos que serán asumidas por el PP para llevarlas a cabo.

Autonomía y visto bueno

El acuerdo entre Ciudadanos y el PP estaba ya cerrado el miércoles por la noche, aunque hubo que esperar al viernes por la mañana para firmarlo. Ese plazo de tiempo fue el que necesitó la dirección nacional de Ciudadanos para darle el visto bueno a la propuesta remitida desde Málaga.

Curiosamente el acuerdo se cerró apenas 24 horas después de la reunión que mantuvo Cassá con la candidata socialista, María Gámez, con la que el portavoz de Ciudadanos aseguró que había un 90% de coincidencia. Ese 10% de desacuerdo fue un detalle que, al menos en Málaga, ha tenido su peso.

Ciudadanos justifica su alineamiento con De la Torre en que encabeza la lista más votada «y tiene la legitimidad». Un argumento que vale en la capital y parece que no en otros municipios. Es el efecto De la Torre.