­Mario Cortés es consciente de todo lo que se le viene encima. La minoría del PP ha cambiado su papel en el equipo de gobierno, que se ha convertido en clave para asegurar un cierto nivel de gobernabilidad, ante la obligación de sumar apoyos para asegurar la aprobación de cualquier medida.

¿En qué cambiará ahora el papel del portavoz con una corporación tan fragmentada y el equipo de gobierno en minoría?

Antes se limitaba a las reuniones de la junta de portavoces previa de cada pleno y, sinceramente, poco más. Era negociar todo lo que tenía que ver con el pleno y negociar alguna moción, así como la comisión de transparencia. El cambio fundamental para este mandato es que hay que negociar acciones de gobierno, que antes no hacía porque quedaba en manos del equipo de gobierno, que al tener mayoría ejecutábamos como creíamos conveniente. Ahora será necesario un diálogo más fluido para sacar adelante la gestión del día a día, quedando el pleno en un papel más secundario y político. Las reuniones serán diarias porque los acuerdos condicionarán el presupuesto, habrá que negociar antes de cada comisión y también las propias acciones de gobierno en sí misma.

¿Ve buena disposición del resto de los grupos municipales para llegar a acuerdos?

Por ahora la única reunión que hemos mantenido ha sido la primera junta de portavoces para determinar el reparto de espacio para los grupos y la composición de las comisiones. La disposición es buena y hay ganas de negociar. Más allá del posicionamiento agresivo de alguno en los plenos, el trato es cordial y con ganas de sentarse y llegar a acuerdos. El perfil de los que estamos ahí es a favor de ceder un poco para llegar a acuerdos y no tomar posturas inmovilistas.

¿Qué posibilidades ve de conseguir acuerdos?

Primero que hay que plantearse el desarrollo del pacto de gobierno y luego los acuerdos con cada grupo. En la línea de los temas más sociales, la negociación será más interna del área de Bienestar Social. Sobre el tema impositivo será difícil llegar a un acuerdo con PSOE, IU y Málaga Ahora porque su planteamiento es de subir impuestos y no de bajarlos, que es lo que queremos porque entendemos que hay que reactivar la economía y ésta sólo puede venir del sector privado. Si al final no se plantean otra cosa, buscaremos acuerdos bilaterales. Aunque esperamos llegar a pactos poco a poco y sacar muchos acuerdos por unanimidad.

Los puntos en común con Ciudadanos facilitarán el acuerdo, ¿no?

Coincidimos con Ciudadanos en la necesidad de crear una oficina para captar inversiones, pero primero hay que decidir en qué invertir. Primero hay que definir si se hacen las torres de Repsol, el puerto de Morlaco, La Mundial... Antes de captar inversiones hay que saber en qué invertir. Tenemos que hace un dossier o algo parecido para negociarlo con el resto de los grupos y buscar consenso con todos. No hay nada peor que los grupos de la oposición estén en contra de algún proyecto, aunque tengamos la mayoría, porque producen ruido mediático y asustan al inversor, porque temen ir a sitios donde sean rechazados. Además, ahora es el momento porque mientras otras ciudades van a perder meses o años en captar inversiones por el cambio de gobierno, nosotros vamos a velocidad de crucero.

¿Cuándo se va a empezar a negociar el futuro de Limasa?

Limasa es otro tema estrella de esta legislatura. Por un lado está la propuesta de municipalizar la empresa que propone IU, PSOE y Málaga Ahora, mientras que Ciudadanos opta por el modelo de Madrid. No parece que haya una solución adecuada. En todo caso habrá que explicar todo bien a los trabajadores, porque todas las opciones tienen sus problemas y hay que meditarlo con calma. Ninguna de las soluciones es simple. Hay que hablar con todos los trabajadores, tanto eventuales como fijos, y explicar las consecuencias para ellos de cada opción. Por ejemplo, si se municipaliza Limasa, habrá que convocar una bolsa de trabajo pública y a ver cómo afecta eso a los eventuales. En todo caso, tenemos que empezar casi ya, porque un pliego puede tardar un año y ya vamos justos para 2017 (acaba el contrato de concesión de Limasa).

¿El modelo de Feria entrará también a debate?

La Feria que queremos será otro debate. No será para este año porque no da tiempo, pero tendremos que decidir si queremos potenciar el Centro o el Real. Ya no será tan simple como que el equipo de gobierno tomara una decisión. Ahora decidiremos entre todos. Era muy cómodo esperar en la oposición a que nosotros hiciéramos el trabajo, pero ahora hay que tomar decisiones y asumir la responsabilidad. El consenso no es sólo para lo positivo, también ante los errores. En política y gestión nunca una decisión es compartida al 100% por todos, por eso se dice que se gobierna por el interés general y siempre habrá un porcentaje de personas a las que no le gusta una decisión o considera que es lesiva y eso tendrá que asumirlo la oposición cuando participe en los acuerdos.

¿Cree que será fácil llegar a acuerdos con Málaga Ahora tras el duro discurso de investidura?

Cuando alguien se acerca a la política, sobre todo si es activista, viene con una idea distinta de lo que es y con un talante más radical. Eso cambia cuando se lleva un tiempo. Lo he percibido en muchos jóvenes cuando entran en Nuevas Generaciones y poco a poco, cuando van conociendo a la gente, ves que no hay lugar para planteamientos personales, sino políticos o de forma de gestión. Espero que esa actitud se moderará. En el trato personal no tengo problemas con Ysabel Torralbo ni con su equipo, aunque me sorprendió la intervención en la investidura y creo que no se dio cuenta del sitio en el que estábamos. Había desconocimiento y una actitud equivocada por entrar en un mundo que no conocen.