­La empresa malagueña Ingelabs, situada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) de Málaga y especializada en el ámbito de la domótica, exporta sus sistemas para la automatización de los hogares a más de 40 países y concentra ya el 60% de su actividad comercial en el mercado exterior. La firma, fundada por tres ingenieros de telecomunicaciones malagueños a finales de la pasada década, comenzó desarrollando sus productos para terceros hasta que realizaron una colaboración con la poderosa multinacional francesa Schneider y decidieron montar su propia marca (Iddero) para lanzarse a la aventura de surtir a proveedores de toda Europa, Sudamérica y Oriente Medio.

Según relata a este periódico José Antonio Maldonado, uno de sus creadores, la tecnología desarrollada por Ingelabs permite al usuario disponer de lo que se denomina como una «casa inteligente» y controlar el domicilio desde una pantalla táctil o el propio móvil todos los apartados relacionados con el consumo energético. Los diseños de esta firma malagueña, además de dar servicio en las viviendas, también están siendo utilizados en algunas instalaciones por firmas como Porcelanosa, Media Markt o por la firma de ingería de hogar Somfy, apuntan en Ingelabs.

«Nuestros sistemas permiten manejar de forma automática todas las funcionalidades del hogar, ya sea estando dentro de la casa o fuera. Se pueden controlar las luces, el gas o el aire acondicionado, abrir y cerrar las persianas, programar las alarmas o apagar un enchufe si te has dejado la plancha encendida. También, por ejemplo, desconectar el portero electrónico si no quieres que nadie te pite en ciertas horas. Incluso puedes recibir la llamada del vídeoportero en el móvil si estás fuera de casa», detalla Maldonado. Los productos de Ingelabs posibilitan también la conexión con los datos de las estaciones meteorológicas, lo que permite mejorar la eficiencia energética del domicilio o recibir. por ejemplo, un aviso de viento en el móvil para cerrar las persianas.

En Ingelabs, que participa en muchas de las misiones comerciales de la Cámara de Comercio de Málaga, aseguran que esta tecnología no es particularmente cara ni exclusiva de personas de alto poder adquisitivo, ya que suele representar alrededor del 2% del precio de la vivienda. No obstante, reconoce que la mayor demanda procede de Europa -el pasado año añadieron Dinamarca, Suecia y Noruega y también buscan afianzarse en el mercado francés y el alemán- o a destinos como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Bahrein o Qatar. En España afirman que también tienen bastante clientela, ya que aunque la construcción lleva desde 2008 de capa caída, siempre hay producto residencial que reclama la domótica.

«En los últimos años ha bajado muchísimo el número de viviendas que se construyen pero ha aumentado mucho la calidad media del producto. Ahora los compradores buscan mucho más el confort, la seguridad y el ahorro energético», comenta Maldonado. Su último producto, precisamente, es un cuadro eléctrico sin pantalla táctil que se maneja desde el móvil o tableta y que, lógicamente, también es más económico.

La empresa, que trabaja desde la incubadora de empresas BIC Euronova y cuenta con 11 empleados, es especialista en software, realizando el diseño de los dispositivos de forma externa en empresas de Málaga y Barcelona. No obstante, el último ensamblaje de los productos antes de la entrega a los distribuidores se realiza siempre en los talleres de la firma.