Las estafas tecnológicas, es decir, las cometidas a través de internet, se han duplicado en apenas dos años por la crisis económica, de tal forma que el Servicio de Criminalidad Informática (SCI) de la Fiscalía Provincial de Málaga investigó en 2014 43 casos de este tipo frente a los 20 de 2012 o los 37 de 2013, posiblemente el ejercicio más duro de la recesión. Las estafas suponen más del 40% del total de procedimientos judiciales en los que intervino el SCI en 2014 (43 de 112). De cualquier forma, la tipología de estas ciberestafas es variada, aunque hay dos más usuales que el resto: la del particular que compra cualquier objeto a través de la página web de las muchas que se dedican al intercambio comercial en la red y luego no reciben lo que adquirieron o, por otro lado, el producto está roto o no funciona. La otra estafa es la de una persona a la que una red criminal internacional capta por un correo electrónico y, bajo la promesa de una oferta de trabajo, se le pide que haga una transferencia.