­Con la mirada todavía un poco perdida por la falta de costumbre y levemente desubicada, pero con Miguel Ángel Heredia y José Sánchez Maldonado ejerciendo de anfitriones para escenificar el peso de los consejeros malagueños que forman parte de la sala de operaciones del nuevo gobierno de la Junta de Andalucía. Así compareció ayer por primera vez en Málaga la recientemente nombrada como consejera de Educación, Adelaida de la Calle, en la sede del PSOE malagueño para reivindicar lo que será a todas luces la base de su proyecto a corto plazo: la reivindicación por frenar la aplicación de la Lomce.

De la Calle, que se refirió con aplastante literalidad a la reforma educativa embrionada por el PP, afirmó que se trata de una reforma que «no la quiere absolutamente nadie» y cuya puesta en marcha se está convirtiendo «en un problema enorme» ante la falta de consenso. Atributo considerado por la nueva consejera como imprescindible para la inclusión de reformas educativas de semejante calado. De la Calle, aún a sabiendas de que no se trata de su competencia exclusiva, subrayó que abordará este problema que ha puesto de acuerdo a toda la comunidad educativa. «No hay consenso. Ni los sindicatos, desde los situados a la más izquierda hasta los de la derecha, ni dentro de la pública ni de la concertada. Tampoco en la privada. Nadie quiere la Lomce». Con estas palabras De la Calle puso de manifiesto el imperante espíritu de descontento entre el sector educativo que, bajo su punto de vista, habría generado la reforma impuesta por el Partido Popular.

Sin embargo, también, quiso dejar claro que no dudará en aplicar la reforma si está amparada por la legalidad. Aunque, en todo caso, recordó que lo haría «con el menor daño posible». Dentro de sus citas inmediatas resaltó su voluntad por encontrarse lo antes posible con el nuevo ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, para informarle así de manera personal de la problemática que le ha sido trasladada por la propia comunidad educativa tras la primera ronda de contactos establecida con el sector educativo. Con Lomce no hay paraíso fue el principal mensaje lanzado por De la Calle, aunque con el espíritu conciliador del momento, que deja claro que se enfrentará al nuevo ministro con el compromiso de la mano tendida. «Hay que darle cuartelillo», señaló.

Educación infantil y FP

La consejera, además, señaló que ha confeccionado un proyecto que también quiere ampliar las plazas de educación de cero a tres años. «El desarrollo intelectual infantil es fundamental», dijo, resaltando como otro aspecto positivo la conciliación de la vida familiar resultante de la educación reglada de la temprana integración infantil en el sistema educativo.

Aunque sin adelantar propuestas concretas, también habló de «prestigiar» la Formación Profesional para hacer de ella un «punto y principio y no un punto final».