Atrás quedaron esos tiempos en los que el primero de julio había una muchedumbre esperando la apertura de las tiendas para las rebajas. Ahora se ven sólo pequeños grupos dispersos por el Centro de Málaga. Ya apenas quedan tiendas malagueñas, de las de siempre. Las grandes franquicias salen como setas. Las rebajas tienen poco éxito desde que en 2012 se liberalizó la fecha de las mismas y los comercios tienen libertad para poner sus descuentos en el momento del año que más les plazca con la supresión de los periodos regulados por la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 20/2012.

La previsión para este verano es al alza, aunque el ambiente de la calle no indique lo mismo. No sólo se espera que las ventas crezcan, el empleo también está previsto que suba. Alrededor de 2.000 nuevos puestos de trabajo se crearán en Málaga, según la agencia de empleo temporal Adecco.

Algunos comerciantes han bajado sus precios hasta llegar a descuentos de entre el 50 y el 70%, alcanzando el 75% en algunos establecimientos en el sector textil. A pesar de los precios tan bajos, en el sector esperan facturar unos 290 millones de euros en el total de Andalucía y 54 en Málaga.

Un pequeño grupo de chicas entra en una tienda. Miran ropa, escogen varias prendas pero no parecen del todo convencidas de comprar. Por sus gestos no se termina de averiguar el motivo, puede ser el precio o porque no les guste lo que ven, al final salen con las manos vacías.

Uno de los vendedores se estuvo afanando durante incontables minutos en convencer a estas chicas para que salieran al menos con una prenda cada una en la mano. Su empeño fue anulado ante la negativa de las clientas a comprar algo en esa tienda. Tampoco se les veía muy convencidas de volver a casa cargadas de bolsas de franquicias con ropa o zapatos. Y es que los propios comerciantes son conscientes de que aunque cada vez se rebajen más los precios de los productos, las ventas seguirán estando a unos niveles paupérrimos en comparación con las épocas de bonanza económica que se vivía en años pretéritos.

No son pocos los compradores que se quejan de los reclamos de los vendedores. En los grandes cristales aparecen vinilos anunciando rebajas que en algunos casos llegan al 70%, pero los clientes aseguran encontrar pocas prendas con ese descuento y, que en caso de existir, «o son de temporadas anteriores o de mala calidad», como se quejaba Mercedes Molina, mostrando algunos artículos adquiridos en un comercio de la calle Larios y resaltando los escasos descuentos que tienen las prendas con mayor calidad.

Otros se quejan del cambio que sufren de manera repentina las tiendas en la noche previa a las rebajas. «Vine ayer a echar una ojeada para buscar cosas para comprar hoy y ya no estaban, me ha pasado en varias tiendas», aseguraba Laura Heredia al salir ayer de una tienda.