Listas plancha, circunscripción única, la falta de un sistema de ponderación que permita la entrada de personas que iban en otras listas a la más votada y unos plazos que apenas posibilitan la confección de listas alternativas por la urgencia de los plazos. Son sólo algunas de las quejas que se han elevado entre la militancia de Podemos en Málaga, que critica con firmeza el sistema elegido por la dirección nacional para seleccionar por la vía rápida a sus futuros candidatos al Congreso.

El procedimiento escogido prescinde de los mecanismos considerados imprescindibles por la militancia base en Málaga para mantener la cohesión y la vocación participativa con la que emergió Podemos en sus inicios y que hizo de la provincia uno de los focos más activos a nivel nacional. Una de las cabezas más visibles de Podemos en Málaga, la también elegida edil en el Ayuntamiento de Málaga, Ysabel Torralbo, lamentó, sobre todo, el sistema confeccionado, que consiste en presentar una lista de circunscripción única que luego permite elegir la provincia y el puesto en el que cada candidato elegido va en las elecciones. «Con este sistema no sabes quién va a ir como número uno en la provincia», abundó Torralbo en lo que para ella es un «error» evidente de planteamiento.

Torralbo adelantó, además, que este proceso elegido para disipar el proceso de primarias puede conllevar a problemas estratégicos en la preparación de la futura campaña electoral ante la falta de referencias de figuras reconocibles a nivel provincial. De la decisión de la cúpula, que no ha sido secundada por los consejos ciudadanos a nivel nacional , se extraen dos consecuencias de suma importancia para el futuro político de la formación.

La primera, la más que presumible elección de Pablo Iglesias como candidato a presidir el Ejecutivo por encabezar una candidatura solvente en la que se espera la integración de los líderes más carismáticos y reconocidos de Podemos. Y la segunda, la negativa a hipotéticos escenarios de confluencia con otras sensibilidades políticas como sí ha sucedido con éxito en capitales como Madrid y Barcelona o, sin ir más lejos, en Málaga, donde las respectivas candidaturas de unidad popular han hecho su entrada en las corporaciones locales.

Con este movimiento, Podemos ahonda la herida entre la cúpula y la militancia base en Málaga que ya se abrió en las pasadas elecciones autonómicas, cuando la líder a nivel andaluz, Teresa Rodríguez, encabezó una lista gestada en los despachos. De hecho, una de las parlamentarias electas por la provincia de Málaga, Esperanza Gómez Corona, es de Sevilla. Además de «tener que tragar por segunda vez con unas primarias que son una chapuza», fuentes internas de Podemos se lamentan de que «te puedas encontrar con que la persona que va por la provincia de Málaga es de fuera» y avisan del posible desencanto en vísperas de las elecciones generales.