Hay que ser un apasionado del transporte público para conducir durante 23 horas desde Barcelona hasta Málaga con un autobús articulado de la quinta del 75. Esto es lo que hicieron los conductores de Tranbus, la asociación de empleados de la EMT (ensu mayoría) que en su tiempo libro restauran tranvías y autobuses. Cuentan con 14 vehículos.

Tanto esfuerzo está dando sus frutos, aunque Tranbus no reciba el apoyo institucional que desearía: hoy y durante el fin de semana el Pegaso 6035-A, el primer autobús articulado de Málaga, será un anuncio rodante de la marca de agua Perrier.

«Contactaron con nosotros por internet, es una acción publicitaria que ya se ha llevado a cabo en Barcelona y que ahora se hará en Málaga», cuenta José Ramón Rodríguez, presidente de Tranbus.

Estos tres días, de 12 de la mañana a 6 de la tarde, el autobús irá de Huelin a la Malagueta, donde parará en turnos de media hora, transformado en un chiringuito con hamacas y sombrillas y que repartirá en estos tres días un total de 7.500 latas de agua Perrier. «Llevamos una furgoneta frigorífica detrás donde irán las latas para que siempre estén frías y el autobús llevará un DJ», cuenta el presidente de Tranbus.

Un modelo idéntico a este Pegaso de la Transición fue presentado en Málaga en 1977 como el primer autobús articulado de la ciudad y tiene el clásico puesto para el cobrador. Prestó sus servicios en las líneas 11 y 16 y fue dado de baja en los 90, con unos años intermedios convertido en autobús del colegio del Palo.

Este anuncio rodante tendrá sus paradas en la glorieta de Huelin, cerca del barco pirata (parque infantil) y en el paseo marítimo Ciudad de Melilla, cerca de Antonio Martín.

Lo bueno, adelanta José Ramón Sánchez, es que ya hay grandes marcas interesadas en convertirlo en anuncio. El dinero por estos tres días luciendo grandes pegatinas de vinilo y repartiendo agua mineral se destinará al funcionamiento de Tranbus: «Servirá para echarle un poco de dinero, para seguir pagando los seguros de los coches, hacen falta muchas cosas», comenta el presidente. El propio José Ramón Sánchez, que tiene turno de mañana en la EMT este fin de semana, se encargará por la tarde de suplir al compañero que conducirá el Pegaso «para que pueda irse a comer».

Para el presidente, esta es la demostración «de que recuperar el patrimonio sale rentable y le podemos ganar mucho dinero e incluso puede ser una cosa que viva sola». «Los únicos que dudan de estos son quienes deberían apoyarnos», lamenta.

Uno de los sueños de José Ramón es que Tranbus se convierta en una fundación, como ocurre con una entidad similar en Barcelona o que al menos sea un departamento más de la EMT, «para poder planificar cosas».

En la actualidad los autobuses de Tranbus tienen reservado un espacio en las cocheras de la EMT aunque sin techar y la asociación ha abierto este año un localito museo junto a la estación de autobuses. Tranbus ha solicitado una subvención a la Junta para poder contratar a una persona que pueda mostrarlo a los colegios.

Pero hay más proyectos: un microbús que traslade a los escolares del museo a las cocheras de la EMT e incluso un rally de autobuses antiguos, como el que se celebra en Barcelona. Pero para ello, recalca José Ramón, el Ayuntamiento debe creer en Tranbus. El interés publicitario por los autobuses históricos de Málaga ya es para creérselo.