­Hay veces en la vida en las que saber la localización exacta de una persona, mascota doméstica u objeto material nos puede salvar de un mal trago.

Parejas con niños rebeldes empeñados en escapar de casa, teléfonos o automóviles víctimas de un robo, animales en periodo de celo que nunca volverán a sus respectivos hogares y un sin sinfín de hándicaps podrán resolverse en un futuro inmediato, gracias a Geoband.

Se trata de un dispositivo localizador GPS orientado al control de población dependiente, que podrá ser localizada en cualquier parte del globo. El producto manifiesta una gran versatilidad, pues un inteligente sistema de adaptadores así lo permite, posibilitando llevar nuestra adquisición en forma de llavero, collar o reloj de pulsera.

Geoband se controla gracias a una aplicación disponible para IOS o Android que permite seguir los pasos de nuestros seres queridos, a través de un teléfono móvil u otro dispositivo electrónico autorizado, en post de una mayor tranquilidad.

El sistema de alarmas será el encargado de avisar en caso de un movimiento brusco de la persona que lleve el objeto en cuestión, previniéndonos de caídas o diversos accidentes Una inmovilidad excesiva también sera susceptible de advertencia, lo que beneficiará el control de la población anciana.

Además, con Geoband se podrán construir las denominadas geovallas, perímetros de radio diverso que alertan cuando se sale o se entra de la zona a modo de cárcel virtual.

El origen del producto proviene de una start up andaluza fundada en 2013 que optó por el crowfunding para materializar su proyecto. La idea se fraguó hace 2 años después de que un grupo de amigos salvara a una niña que estaba a punto de ahogarse. Cuando preguntaron a la chica si se había perdido no obtuvieron respuesta alguna, por lo que se pusieron en contacto con los vecinos de la zona. A los 20 minutos, una anciana desesperada y asustada acudió en busca de su nieta. «Dijo que era su nieta, que padecía autismo y que se escapaba de casa ocasionalmente. Nosotros le preguntamos si no había sistemas para localizarla en caso de que se perdiera, y nos dijo que sí, pero que eran muy caros. En ese momento se nos ocurrió que podíamos crear dispositivos más accesibles para las personas», concluye Iván Pérez, director ejecutivo de Geoband.

Sin embargo, no todo es positivo en torno al localizador. Toda investigación acarrea efectos positivos y negativos según las manos del que utilice el invento. Y Geoband no es una excepción. La tecnología cada vez se inmiscuye y adentra más en nuestra vida privada y el localizador GPS podría suponer problemas en el caso de gente obsesiva que sometería a su pareja a vastos niveles de acoso, o niños que no podrían desarrollar correctamente su infancia ante unos padres restrictivos empeñados en ejercer un control férreo.

Los límites de la privacidad ya están contemplados por Geoband. «Nosotros creamos dispositivos para personas dependientes o mascotas . En el tema de las parejas existen ya multitud de programas implantados en los teléfonos móviles que pueden hacer un seguimiento. Nuestro objetivo es diferente, por ejemplo en personas que han sufrido agresiones, se puede hacer un seguimiento del agresor y en caso de que se acerque pulsar un botón para contactar directamente con los servicios de emergencia».

De cara al futuro, la empresa optará por mejorar las baterías para que puedan durar varios días, así como se abogará por que los dispositivos sean cada vez de un tamaño más reducido. Los sectores con mayor demanda, marcarán la evolución del producto, como puede ser el caso de la industria automovilística.

Actualmente, hay abierta una plataforma de crowfunding para todo aquel que desee colaborar con el proyecto. Se encontrará abierta hasta finales de julio, en la web nopierdaslatranquilidad.com