La Autovía del Mediterráneo conectará totalmente las provincias de Málaga, Granada y Almería en septiembre, que es cuando se inaugurará el último tramo pendiente de esta infraestructura, una alternativa de más capacidad que la antigua N-340.

El anunció fue realizado ayer por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que asistió al pleno de investidura de la Diputación de Málaga. Sáenz de Santamaría aseguró que en septiembre se dispondrá con la red viaria completa, lo que reforzará las conexiones de Andalucía y que se completará en el futuro con inversión ferroviaria.

Con la inauguración de este último tramo se facilita la conexión de todo el litoral oriental andaluz por carretera, tras completar los 160 kilómetros que faltaban de la Autovía del Mediterráneo entre Cádiz y la frontera con Francia, que suma un total de 1.440 kilómetros.

El tramo que queda por abrir discurre por la provincia de Granada, con 10,50 kilómetros de longitud y 113 millones de euros de presupuesto. Une las localidades granadinas de Carchuna y Castell de Ferro, conectando los dos tramos de la A-7 y dando continuidad a la autovía.

Esta obra discurre por una orografía muy compleja, que ha obligado a plantear un proyecto con un túnel y de cuatro viaductos para salvar las numerosas montañas existentes. Esa era, precisamente, una de las razones que han retrasado la ejecución de los tramos de la A-7 por la provincia de Granada para conectar Málaga y Almería.