El edificio de usos múltiples de la Junta de Andalucía en Málaga capital, conocido popularmente como edificio negro, ha cambiado su piel y, tras las obras de eficiencia energética que se han desarrollado, ahora es blanco. Los trabajos, ya concluidos, permitirán un ahorro anual en la factura de la luz de 50.000 euros; además de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) un 47 por ciento.

La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, ha visitado este viernes las instalaciones del edificio junto a los delegados de la Junta en Málaga y de Fomento y Turismo, José Luis Ruiz Espejo y Francisco Fernández España, respectivamente.

Montero ha destacado la remodelación arquitectónica llevada a cabo en estos últimos 11 meses en un edificio que inició su actividad administrativa en 1978 y que ahora "parece nuevo". Tras la mejora realizada, en la que se incluye, entre otras, un doble acristalamiento y el cambio de un millar de ventanas, permitirá "una mejora de la eficiencia energética" y también de las condiciones de trabajo de sus 800 empleados públicos.

La remodelación ha tenido un coste de 1,6 millones de euros que han sido cofinanciados entre la Unión Europea, que ha aportado un 75 por ciento; y la Junta de Andalucía, con un 25 por ciento. Montero ha incidido en que las administraciones están "obligadas" a ser "ejemplares" en eficiencia energética.

Además, ha recalcado que este tipo de trabajos es "una oportunidad de generación de empleo". En el caso de Málaga las obras han permitido crear 200 puestos de trabajo: "nosotros somos buenos en esta materia y estamos especializando a nuestras empresas de la construcción en ser arquitectónicamente excelentes".

Este edificio no es el único de Andalucía en el que se está llevando a cabo una remodelación similar para mejorar la eficiencia energética sino que hay otros dos casos: en Sevilla (Torretriana, sede de varias consejerías) y Almería. A ello se suman actuaciones en hospitales públicos, colegios y otros edificios donde se "utiliza mucho el agua caliente".

Según Montero, son proyectos cofinanciados por la Unión Europea a través de Fondos Feder y que persiguen que los países miembros "avances en compromisos medioambientales para no poner más en peligro el planeta". "Gana la ciudadanía porque puede heredar un planeta más sostenible", ha dicho, además de ayudar a las empresas del sector y también a mejorar las condiciones de trabajo de los empleados públicos, al tener "mejor climatización, acústica y un entorno más agradable".

Ha esperado también que este proyecto financiado por la UE continúe "y sigamos aprovechando los recursos porque España y otros países miembros tienen mucho que mejorar en materia de eficiencia energética". Es más, ha considerado que la construcción sostenible es "un nicho de mercado y está siendo un salvavidas para que la industria --de la construcción-- absorba la mano de obra y contribuyamos a bajar las cifras de desempleo".