Ahí donde lo ven, la imponente presencia del gigante guardabosques Rubeus Hagrid esconde varios secretos difíciles de captar para un lector español: Rubeus es rojo en latín, muy parecido a la palabra inglesa homónima rubious. En cuanto a su apellido, Hag-rid es una variante dialectal que significa que se ha pasado una mala noche. Pero a su vez Hag viene del inglés antiguo haegtesse, una criatura a caballo entre el mundo civilizado y el salvaje.

Pero hay más: «Hagrid, en la versión inglesa, habla con muchas incorrecciones de pronunciación y de gramática, mientras que en español el registro es completamente estándar», cuenta María Albert, que destaca que en las películas en versión original el guardabosques también habla con incorrecciones, algo que no se refleja en la versión en español.

Estas son algunas de las curiosidades que aporta la estudiante malagueña María Albert (pronúnciese con acento en la a, apellido suizo) de 22 años, que ha querido diseccionar los secretos idiomáticos de la saga de Harry Potter que, no se olvide, está escrita por la licenciada en Filología Francesa y Clásica J.K. Rowling, quien por algo bautizó al malvado principal Lord Voldemort (Vol de mort es vuelo de muerte en francés).

El trabajo de fin de grado de María en la Facultad de Traducción e Interpretación de Granada se titula Traducir ficción: J. K.Rowling como paradigma de los retos de traducción inglés-español y el caso de Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Traductora e intérprete de alemán e inglés, su trabajo propone que los libros del famoso estudiante de magia incluyan un glosario con todas las claves que se pierde el lector español: «J.K. Rowling utiliza mecanismos muy especiales de juegos de palabras para construir los nombres propios de la mayoría de los personajes, salvo los principales».

Además de lo expuesto pone el ejemplo del estudiante torpón Neville Longbottom, cuya traducción literal sería Neville Culogordo. «¿Qué haces?, ¿lo traduces al español o lo dejas tal cual?», se pregunta. María Albert recuerda que mientras en español se optó por la transferencia directa -por dejar nombres y apellidos en inglés- «en francés lo han traducido todo» y en italiano lo hicieron en parte.

Así, en el famoso Albus Dumbledore, director del Colegio Hogwarts, encontramos el albus latino, en referencia a la magia blanca que practica y un eco de la palabra inglesa bumblebee (abejorro) por ser un personaje sigiloso, de ahí que en italiano sea Albus Silente.

María Albert prefiere la solución intermedia de mantener los apellidos ingleses, para no cambiar el sonido de esas exóticas palabras, pero con una explicación posterior al terminar el libro ya que al fin y al cabo «cuando tú traduces lo que haces es transmitir la intención de la autora, tú eres el medio para llevar la intención de la autora a otro país».

La nueva traductora e intérprete, de madre española y padre suizo, acaba de conseguir una beca para trabajar ocho meses en Austria de ayudante de español en un instituto. Antes de marchar, y lo hará en breve, deja otra pincelada del mundo secreto de Harry Potter para el lector español: Hogwarts es warthog al revés, que significa jabalí verrugoso, un tipo de jabalí africano.