­La operación que permitió detener el pasado mes de febrero a 15 personas -10 en Finlandia y 5 en Málaga- y la intervención de más de un kilo de metilendioxipirovalerona (MDPV), una de las partidas más grandes de droga caníbal interceptada en Europa, sigue devorando detenidos. El arresto de un ciudadano finlandés en junio en Benalmádena por su presunta implicación en la organización que traficaba con esta peligrosa droga entre China y el país nórdico eleva a seis los arrestos llevados a cabo en la Costa del Sol por la Policía Nacional, aunque el grueso de la operación suma ya medio centenar de detenidos y tres kilos de MDPV y Alfa-PVP, otro potente narcótico de naturaleza sintética de consumo frecuente en el norte de Europa. Fuentes cercanas al caso aseguran que el último detenido no contaba con estupefacientes, pero justifican el arresto y el posterior registro de su vivienda por su supuesta implicación en la red que se dedicaba a suministrar la droga desde el país asiático y Finlandia previo paso por la Costa del Sol, tal y como adelantó La Opinión de Málaga el 20 de febrero.

Ahora, tras meses analizando la documentación incautada en diferentes fases, la policía finesa se atreve a calcular que la organización pudo introducir en su país hasta 16 kilos de estas dos drogas de diseño. Las pesquisas también permiten concluir que Málaga era el puente a Europa elegido para traer el estupefaciente vía aérea a través de correspondencia y paquetes que enviaban por empresas de mensajería utilizando destinatarios falsos, documentos de identidad robados o simplemente con mulas que se la jugaban viajando con la droga encima o en su equipaje. Superada la aduana del aeropuerto de Málaga, la imaginación entraba en juego para atravesar Europa de punta a punta.

Si el punto de partida de las pesquisas fue el hallazgo en julio de 2013 de un cadáver en un hotel de Málaga de un hombre por consumo de droga caníbal, no fue hasta febrero de 2014 cuando la colaboración entre ambos países permitió localizar un kilo de esta sustancia en el aeropuerto de Helsinki oculta entre botellas de vino. Meses más tarde, en diciembre, la policía detectó otra cantidad similar de alfa-PVP escondidas en el interior de varias latas de bebidas. Esta vez fue en el puerto de Turku, al sur de Finlandia, donde un hombre que conducía el vehículo en el que viajaban las latas fue detenido. Todos los hilos llevaron en enero hasta Fuengirola. Un gran dispositivo permitió localizar a cinco finlandeses con algo más de un kilo de metilenodioxipirovalerona, una cantidad histórica de esta sustancia en Europa.