La defensa del presunto autor de la muerte de Alejandro Rodríguez, el niño de 3 años que murió ahogado en una balsa de agua en Los Montes de Málaga el pasado febrero, ha pedido nuevas pruebas para intentar demostrar, según su línea de defensa, que todo se debió a un accidente.

El pasado junio, el detenido, de 23 años y exnovio de la madre del menor fallecido, prestó declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga a petición propia y aseguró que el pequeño se cayó y no supo reaccionar porque se quedó bloqueado.

En el nuevo escrito el letrado, Juan Manuel Aido Montañez, ha solicitado nuevos cotejos de mensajes que tuvo su cliente con un familiar días previos a la muerte del menor y "donde se corrobora la preocupación que tenía por la salud del pequeño, su bienestar así como el cuidado personal".

En el escrito, al que ha tenido acceso Efe, también se pide la testifical del abogado de oficio que tuvo en sede policial a fin de confirmar el estado de ánimo del presunto homicida y para poder acreditar si le pudieron dar alguna medicación que le afectara a su capacidad.

Por último, se solicita al instructor que se cite a una persona que podría decir que al niño no le gustaba dar la mano y que por eso no lo llevaba cogido el día de su muerte.

El presunto homicida durante la declaración ante el juez aseguró que nunca tuvo intención de matar al pequeño y que aunque el paraje donde se entraban es un lugar recóndito de Los Montes de Málaga habían ido para visitar el mirador.

Una vez en el mirador, a unos quince kilómetros de Málaga capital, quisieron ver un helipuerto cercano pero el menor se cayó en la balsa.

El cadáver del menor lo encontró la Guardia Civil pasada la una de la madrugada del 10 de febrero semisumergido en una balsa que los helicópteros utilizan para recargar agua en la extinción de incendios, lugar que conocía el arrestado debido a su interés en la profesión de bombero.

Las pesquisas apuntan a que Alejandro falleció alrededor de las 16.15 horas del 9 de febrero, antes de que el detenido denunciara su desaparición en un centro comercial de Rincón de la Victoria, lugar en el que no fue hallado.

Las cámaras de seguridad desmontaron el testimonio del detenido, que posteriormente ofreció varias versiones contradictorias y las fuerzas de seguridad buscaron al pequeño en una playa y acantilados, hasta que el joven, con la intermediación de un familiar, finalmente condujo a los agentes hasta la balsa de agua en Los Montes de Málaga.