Calor físico y político. Es el ambiente que se respiraba en los pasillos del Ayuntamiento de Málaga a la espera de que diera inicio el primer pleno ordinario de este mandato que se ha retrasado casi una hora y media de su hora prevista de inicio y se prevé complicado para el alcalde, Francisco de la Torre, que tendrá que lidiar por primera vez con la ausencia de su habitual mayoría absoluta. Después de salir de una junta de portavoces, que se ha prolongado durante más de una hora y que no ha servido para llegar a acuerdos in extremis, se espera que el pleno se pueda prolongar hasta pasada la madrugada. En él se pondrán sobre la mesa asuntos de interés como la nueva regulación de la tarifa del agua o la supuesta falta de limpieza en la ciudad.

Sin una moción urgente de última hora prevista para debatir sobre el polo digital de Tabacalera, el proyecto queda en suspense de manera definitiva y el equipo de gobierno asume su primer revés político en lo que puede servir como antesala de un pleno complicado para el alcalde. La expectación generada entre la ciudadanía se traduce en las intervenciones previstas, tanto de representantes de los trabajadores de Limasa como de representantes del colectivo de cocheros que tomarán la palabra para denunciar su actual situación.