La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a tres años y cuatro meses de cárcel, a diez años de alejamiento y a pagar 20.000 euros de indemnización a un hombre por abusar sexualmente de forma continuada de la hija de su pareja, con la que se casó tras reconocer a la niña, que soportó estos tocamientos entre los trece y los dieciséis años de edad. Los hechos sucedieron en el domicilio familiar de la capital entre 2008 y 2012.

La Audiencia Provincial de Málaga explica, en el apartado de hechos probados de la sentencia, que la madre de la niña conoció al procesado cuando la pequeña contaba con dos años de edad, «se casaron y él la reconoció, habitando desde entonces el mismo domicilio familiar».

Durante el verano de 2008 y hasta la madrugada del 14 o 15 de febrero de 2012, el encausado «entraba habitualmente por las noches en el dormitorio de la niña, que entonces tenía entre 13 y 16 años, y, aprovechándose de la ascendencia que tenía sobre ella por su relación familiar, se introducía en su cama y, con ánimo libidinoso, le efectuaba tocamientos».

La joven arrastra desde entonces «sentimientos de culpabilidad y miedo, problemas para mantener relaciones sexuales, pesadillas e imposibilidad de conciliar el sueño».

Durante el juicio, el acusado se acogió a su derecho a no declarar y, ejerciendo un derecho constitucional, «no se dignó a dar explicación alguna sobre los graves hechos de los que ha sido acusado, y, por tanto, ante su silencio, no podemos valorar en modo alguno su perspectiva de lo sucedido, aunque por sí mismo dicho silencio nos sugiera una desalentadora e interesada pasividad frente a una imputación de tal gravedad que generó la ruptura familiar y que tuviera que abandonar el hogar familiar».

Declaración de la menor

Por otro lado, la Sala cuenta con la declaración de la niña, que hizo hincapié en que por el día era normal y, por la noche, «se transformaba y entraba en su habitación a diario», aprovechando que la madre dormía, y ella no contó nada porque veía a su progenitora muy feliz.

La madre indicó que, cuando su hija se lo dijo, quedó en estado de shock y la obligó a poner una denuncia, cayendo después en una depresión. La madre precisó que él le decía que no recordaba nada y que posteriomente se fue de casa.