La Audiencia de Málaga ha condenado a una pareja y a la madre del hombre por huir en el coche, en el que circulaban y donde llevaban oculta heroína, al ver el control policial establecido para detenerlos. Así, se le impone al acusado la pena de siete años y medio de prisión y a la mujer, tres años de cárcel; mientras que a la tercera procesada se le condena a un año.

Según se declaró probado por la Audiencia, en una sentencia, un grupo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría de Torremolinos (Málaga) investigaba a una organización que se dedicaba al tráfico de drogas. Así, se estableció una vinculación con el acusado y se acordaron intervenciones telefónicas, de las que se obtuvieron datos sobre una operación de compraventa.

En concreto, del desarrollo de la investigación, dice la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, se tuvo conocimiento de que la pareja viajó en febrero de 2011 a la localidad sevillana de Dos Hermanas, junto a la madre del hombre, y que quedaron con una persona para que les entregara un kilogramo de heroína, tras lo que emprendieron el camino de regreso a Málaga.

Así, los investigadores, según la sentencia, establecieron dos dispositivos de control en dos entradas a la barriada malagueña de Campanillas. Cuando los acusados vieron que la vía estaba bloqueada por tres coches policiales, detuvieron el vehículo, pero el conductor en lugar de obedecer a los agentes que le dieron el alto "aceleró e intentó dar la vuelta".

Con esta maniobra, "puso en peligro la integridad física" de tres agentes, que respondieron con disparos intimidatorios a las ruedas y al aire y que tuvieron que lanzarse fuera de la calzada para no ser arrollados por el coche, que chocó con una valla lateral y siguió marcha atrás, deteniéndose otra vez, por lo que los agentes se acercaron, señala la resolución.

En ese momento, según el relato probado, el acusado emprendió súbitamente la marcha otra vez "abalanzándose sobre los agentes" y llegando a golpear a uno de ellos con el retrovisor, mientras que otros tres tuvieron que apartarse para no ser atropellados. A partir de ahí se produjo una persecución, en la que los acusados tiraron puñados de heroína por las ventanas.

Cuando lograron alcanzarles y detenerles, la madre del procesado "arrojó un puñado de heroína a los ojos" de uno de los agentes, que perdió visibilidad durante unos instantes. A consecuencia de estos hechos, al menos dos policías resultaron con varias contusiones y lesiones y parte de la heroína que transportaban los acusados quedó dispersa en el coche y en las ropas.

Así, se logró recuperar unos 600 gramos de la heroína. También se intervinieron 18 comprimidos de metadona y otras sustancias. La droga incautada habría podido alcanzar en el mercado ilícito el precio de 7.300 euros. Se absuelve a otros dos acusados, al no quedar probado que participaran en esa operación.

Así, se condena a la pareja por un delito contra la salud pública, con la agravante de reincidencia en el hombre --ya que había sido condenado previamente por este mismo delito--, imponiéndole a él la pena de cuatro años y medio de cárcel y a ella de tres años de prisión, con una multa a cada uno de 22.000 euros.

Asimismo, se condena al procesado por un delito de atentado a la autoridad, imponiéndole tres años de cárcel más; y como autor de dos faltas de lesiones. A la madre de éste se le condena sólo por este delito y se le impone un año de prisión, absolviéndole del tráfico de drogas.

La Sala rechaza la vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones que alegaron las defensas, considerando que existió un control judicial tanto en el desarrollo como en la selección de las conversaciones trascendentes para esta causa. Tampoco considera el Tribunal que se rompiera la cadena de custodia en cuanto a la droga intervenida en el coche.

El acusado negó haber organizado la compraventa de la heroína y añadió que su madre y su esposa eran inocentes y que iban en el coche porque llevaban a la primera al hospital. También rechazó que las mujeres tiraran la droga por la ventana, sino que la tiró él, añadiendo que en esa época estaba "enganchado". Las dos acusadas mantuvieron lo mismo.