No casan bien las caras serias con esta calle con nombre de poeta. El pasado 1 de abril La Opinión visitó la calle Mallarmé y muchos vecinos posaron para la foto con rostros serios y preocupados. En este rincón de Teatinos, frente a un lateral de la Escuela Superior de Arte Dramático, el Ayuntamiento abrió a comienzos de febrero un carril bici que motivó nada menos que 200 firmas de protesta.

Vecinos como Jorge Gómez, presidente de la entidad urbanística Teatinos-Bizcochero, precisaba entonces que no estaban en contra del carril bici sino del lado de la calle escogido por el Ayuntamiento.

Porque el carril había puesto en un brete a los propietarios de coches de dos grandes bloques de esta calle, dos garajes con más de 300 vehículos y el carril bici pasaba por delante. No tenían visibilidad: «Cuando entras con los coches no ves nada si no vas con copiloto», contaba en abril Mari Carmen Fernández, una vecina. La causa: la llegada del carril bici no había eliminado los 14 aparcamientos de ese lado de la calle, sólo los había trasladado y con ellos además los contenedores, una muralla visual que no se la saltaba un galgo. Y los contenedores también se convirtieron en un problema porque había que cruzar el carril bici para dejar las bolsas de basura.

En abril el entonces concejal de Tráfico, Raúl López, contestó a los vecinos que el Ayuntamiento arreglaría la situación si había algún problema. Y así ha sido. Como explican los vecinos, hace dos semanas las concejalas de Tráfico, Elvira Maeso y de Teatinos, Teresa Porras, han conseguido una solución satisfactoria para los habitantes de la calle.

«Desde el primer día han puesto muy buena voluntad en buscarnos soluciones», cuenta esta semana Jorge Gómez.

«Aquí hay 14 aparcamientos y van a desaparecer y vuelve la doble dirección, que es lo que pedía la gente», resume Felipe Aguilar, presidente de la comunidad de vecinos del edificio Nova, que señala que el compromiso municipal es hacer estos cambios en septiembre.

Miguel Millán, presidente de la asociación vecinos de Teatinos, cuenta que, según ha explicado el Ayuntamiento, trasladar el carril bici al otro lado de la calle, pese a que pudiera parecer sencillo, requería tiempo y más de una complicación. «Sólo hay que mirar el ancho del carril bici y ver que habría que quitar los árboles de la otra acera porque si no no cabría, y aparte la acera de los peatones nos la comeríamos y podría haber problemas», destaca Miguel Millán.

Con la desaparición de las 14 plazas de aparcamiento se ha ganado un carril y con él ha vuelto el doble sentido, otra de las peticiones de los vecinos.

Además, también han conseguido el compromiso municipal de que los contenedores volverán a la acera y así no tendrán que cruzar el carril bici, algo que además ya no se podría con los dos sentidos de la calle Mallarmé.

Felipe Aguilar también comenta que ha pedido a la concejala de Teatinos que el supermercado de la calle Mallarmé tenga un contenedor especial para acabar con los malos olores. «A las nueve de las noche sacaban el pescado, la carne y la fruta, va goteando y estaba todo hecho una porquería», cuenta Jorge Gómez.

Los vecinos subrayan que en breve volverán a tener visibilidad y doble sentido, algo que prefieren aunque haya que perder 14 plazas de aparcamiento.

Y para la foto, al contrario que en abril, las caras de los vecinos son ya de alivio y satisfacción.