La lucha por la salvación de los centros de formación para el empleo de Andalucía no concluyó el pasado lunes en la multitudinaria reunión de La Cónsula.

En la provincia de Málaga existen hasta tres escuelas de hostelería de renombre gestionada por la Junta de Andalucía: La Cónsula, La Fonda y el CIOMijas. Tras la organización de los últimos cursos y los numerosos impagos, profesores y alumnos temen al ver como la desaparición de sus centros asoma por el horizonte.

Durante esta semana, Esperanza Oña está teniendo varias reuniones con el personal de los diferentes consorcios de formación para el empleo de la provincia . La idea principal es presentar en el Parlamento andaluz una iniciativa que defienda la conservación de estas escuelas antes de agosto, mes de parón parlamentario. Ayer fue el turno de la vista con los trabajadores de la Escuela de Hostelería de La Fonda.

Oña confía en que, con la configuración de la nueva oposición en Andalucía, más numerosa y diversa que en legislaturas anteriores, el resto de grupos políticos se sumen a la causa, ya que «no hay muchas diferencias ideológicas en querer que una escuela de hostelería funcione».

En este mismo sentido, la popular destacó que los dirigente deben «responder por los fondos europeos, por la pérdida de dinero y por esclarecer responsabilidades, teniendo en cuenta que los gerentes de las escuelas, que son los que gestionan los recursos, han sido nombrados por el propio Gobierno andaluz».

Los docentes de las escuelas afectadas afirman que, según el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, ya se aprobó la concesión de fondos europeos para cubrir las deudas pero, finalmente, los centros nunca recibieron la cuantía prometida.

Esperanza Oña lamenta los impagos a profesores y trabajadores, la falta de materiales y de servicios de limpieza y que los alumnos no estén dando clase, sobre todo porque gracias a estas escuelas muchos jóvenes consiguen trabajo, aún estando en unas de las regiones con más paro de Europa.