­El Hospital Carlos Haya vive una aguda situación de desorden, según denunció este miércoles el sindicato de Enfermería Satse. «Todos los veranos se repite esta stituación», explicó a La Opinión el secretario provincial de Satse Málaga, Juan Jesús Sánchez, quien añadió que las previsiones han sido «muy erróneas» y que «se han cerrado más camas de las que en un principio los ciudadanos demandan».

Denunció una situación «insufrible» tanto para pacientes como para los profesionales sanitarios, que según Sánchez hay momentos en los que «no saben donde están sus pacientes», a causa del cierre de camas y de la reubicación de los mismos en las diferentes plantas. «Al haber pacientes de diferentes patologías repartidos por todo el hospital, no se encuentran los materiales específicos que se necesitan para tratarles», añadió.

En cuanto al personal, Satse se queja de que los profesionales sanitarios no dan abasto y que también hay carencias en los materiales de cura y en la medicación. A todo esto, Juan Jesús Sánchez agregó que «se está incumpliendo el pacto de bolsa y están haciendo contratos fuera de bolsa».

Por otro lado, fuentes del equipo de gestión del Hospital Regional aseguraron que «la planificación es similar a la del año anterior, se llama plan de verano. La actividad real baja en el área quirúrgica y el índice de ocupación también desciende, por lo que nosotros contratamos en función de las necesidades que tengamos y del ratio de pacientes estimado, así que consideramos que la previsión ha sido la adecuada».

«Nosotros nunca hablamos de cierre de camas, hablamos de camas en reserva. Estas camas se ponen a disposición de los pacientes que las necesitan en pocas horas. Es cierto que hace un par de días hemos tenido un pico de presión asistencial por encima de lo habitual, pero eso es algo puntual», explicaron las fuentes consultadas.

En desacuerdo con este punto de vista, el secretario provincial de Satse Málaga manifestó que es «materialmente imposible» poner a disposición de los pacientes estas camas de manera tan rápida. «Si hay una avalancha de urgencias hay que esperar mínimo 24 horas para contar con los refuerzos, que además no tendrían experiencia, ya que es lo que hay en la bolsa».

Otra de las reclamaciones que hacen los sindicatos es que las camas de las unidades funcionantes están ocupadas al cien por cien, al igual que las del servicio de urgencias, y que hay una planta entera ocupada con pacientes aislados con klebsiella.