­Cada vez son más los aerogeneradores o molinos de viento que cubren los campos malagueños, desde que a mediados de los años noventa comenzaran a implantarse en la provincia. La energía generada por el aire no contamina y es inagotable. Un aliciente para la inversión. Málaga cuenta actualmente con 23 parques eólicos repartidos por toda la provincia, que han multiplicado por once su potencia eólica en los últimos siete años, según el último informe de la Agencia de Andaluza de la Energía.

Así, en los últimos diez años la inversión alcanzó los 643 millones de euro desencadenando que Málaga se convierta en la segunda provincia andaluza, después de Cádiz, con mayor potencia eólica, además con una calidad del suministro del 22 por ciento, estando por encima de la media andaluza.

En esta línea, las energías renovables suponen el 39 por ciento de la potencia eléctrica total de Andalucía, donde Málaga contribuye con un 12,65 por ciento, siendo la energía eólica la que cuenta con mayor presencia por encima de la fotovoltaica, biogás o hidroeléctrica.

Los parques eólicos, que se reparten por Ardales, Álora, Campillos, Almargen, Cañete la Real, Casares, Sierra de Yeguas, Teba y Villanueva de Algaidas, generan en la provincia 569,71 Megavatios por hora (MWh) lo que se traduce en el suministro de 341.400 viviendas.

La inversión en renovables también lo es en generación de empleo. La actividad eólica promueve unos 3.000 empleos según la patronal andaluza del sector.

Asimismo, Málaga es pionera en experimentación eólica. Desde hace unos tres años cuenta con el primer parque eólico experimental de Andalucía, La Cámara, situado en Ardales. Este parque, al que se han sumado otros tres a nivel regional, supone la posible inclusión de innovaciones que contribuyan a mejorar la eficiencia energética, lanzar equipos óptimos y más eficientes.

Así, en los últimos años se han desarrollado proyectos en el sector eólico destacados como las subestaciones Valle Romano y San Rafael, que permiten mejorar en gran medida el suministro de la costa, y la subestación Sierra de Arcas, que facilita la evacuación de energía eólica.

Desde el punto de vista del abastecimiento eléctrico, la red presenta importantes desigualdades, como la aglomeración de la capital y la Costa occidental. Ronda y la Axarquía, en cambio, comparten problemas con una red de distribución débil. El norte de la provincia está mejor abastecido, con una distribución en alta y media tensión fuerte.

Por último, la Agencia de Andaluza de la Energía pone de relieve la viabilidad de las redes inteligentes «así como la integración de las tecnologías de gestión, generación con renovables y vehículo eléctrico, dentro del proyecto Smart City de la capital».