Las largas colas que cada septiembre había en las librerías ya hace varios años que se olvidaron. Ahora son los propios colegios los que gestionan la venta de los libros de texto. Algunos representantes del sector librero en Málaga denuncian supuestas irregularidades. Ahora es la Junta de Andalucía la que subvenciona la totalidad de los libros de texto de los escolares andaluces. El cometido de estos cheques es que cada colegio lo entregue a los padres de los alumnos y sean estos los que compren los libros.

Miguel, propietario de la Papelería Victoria en Teatinos, asegura tener constancia de varios colegios de la zona que negocian «con grandes superficies y al llevar un volumen grande obtienen beneficios para el colegio». El empresario denuncia que ellos tienen que pagar impuestos y los colegios «no declaran estos beneficios que tienen».

Asegura que los centros van diciendo a los padres que ellos cobran «un importe superior al coste del libro y sólo el colegio les cobra el precio real». En otros casos, los colegios y asociaciones de padres formalizan una cooperativa que facilita la compra de libros de texto usando las mismas prácticas denunciadas por los libreros malagueños sobre el supuesto uso irregular de los cheques.

Otro de los libreros, Pepe Urbano, de la Papelería Vila, va más allá e incluso se atreve a señalar a los colegios de la Fundación Diocesana, a los que ya les han interpuesto una demanda. «Son ellos los que se quedan con todo el beneficio porque hacen una subasta al mejor postor», señala Urbano. Estos actos, según denuncia este librero, ocurren de manera mayoritaria en los centros privados y concertados. Pero también asegura que en los públicos cambian la forma de hacerlo. «En los públicos dan el beneplácito a las AMPAS o cooperativas de padres que utilizan sus instalaciones para vender libros mediante el cheque público», argumenta el librero.

Este mismo empresario malagueño denuncia que los colegios usan varios «trucos» para que los padres que quieren renunciar a él o usarlo fuera «no lo hagan y que los colegios puedan hacer uso del dinero», afirma Urbano. Estos hechos no se producirían sólo con los libros, sino que con el material escolar sucedería de igual manera con las misma subastas. «Todo sin los colegios declarar ningún impuesto que nosotros sí», dicen.

Estos hechos los han puesto tanto en conocimiento tanto de la Justicia como de la Junta. Desde el ente autonómico aseguran que es «imprescindible la entrega de los cheques-libros de manera individual y directa a los representantes legales del alumnado beneficiario, los cuales podrán obtener los libros de texto mediante su presentación en la librería o establecimiento comercial libremente elegido». Y añaden que «no está permitida la gestión de los cheques-libros por parte de AMPAS, asociaciones, o los propios centros docentes», por lo que animan a todo aquel que conozca algún tipo de uso fraudulento de los cheques, a que denuncie ante los servicios de inspección de educación.