Diferencia de criterios, euforia contenida y mucho reparo por parte de sindicatos y oposición a la hora de desligar el avance del empleo de su componente estacional -la llegada del verano- y el alto índice de temporalidad- 97 por ciento- en los contratos. Como suele ser habitual, la digestión de los datos de paro volvió a resultar heterogénea y a reflejar perspectivas distintas en torno a la evolución de la recuperación económica, que para algunos se consolida y, para otros, empieza a posarse definitivamente en terrenos inestables y pantanosos.

En Málaga, que registra su sexto mes consecutivo de caída del desempleo, las lecturas fueron igualmente disímiles entre los interlocutores. Así, Carolina España, diputada del PP, puso de relieve la progresión numérica y el peso de la provincia, que es la tercera del país en la que más retrocede el paro y acumula más del 30 por ciento de los contratos computados en julio Andalucía. En comparecencia frente a la prensa, la representante de los populares insistió en el mensaje de Rajoy; que alude a la consolidación del cambio y el eco de la bajada en España, que es la más alta contabilizada en un sólo año.

La patronal parece compartir el optimismo gubernamental. Al menos, en la primera lectura de los datos, que tilda de esperanzadores. En el extremo opuesto se sitúan UGT y CCOO, que, a través de sus líderes provinciales, Auxi Jiménez y Antonio Herrera, coincidieron en destacar la baja calidad del empleo y la debilidad del sistema productivo, que únicamente es capaz de crear puestos de trabajo vinculados a las vacaciones y para periodos cortos. La interpretación de los sindicatos fue compartida por diferentes responsables de IU, Podemos y el PSOE -Miguel Ángel Heredia, sin embargo, también cerró filas en la bajada en Andalucía, que atribuye a Susana Díaz-.