Cardiopatía isquémica-hipertensiva, diabetes mellitus tipo I, dislipemia, arteriopatía sistémica con stent ilíaco, insuficiencia venosa, hipoacusia bilateral, adenoma de próstata, artrosis cervical, ictus sin secuelas neurológicas, aneurisma de aorta y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Estas patologías, cuya imparable evolución han provocado en el paciente pérdida de peso, claudicación intermitente de extremidades inferiores, desviación de la comisura bucal hacia la derecha con babeo constante, pérdida de masa muscular y una mala ventilación de lóbulos inferiores pulmonares, son las principales razones que han llevado al juez de Vigilancia Penitenciaria de Málaga a acordar que el exalcalde de Marbella Julián Muñoz (1948) siga cumpliendo su condena en tercer grado por su «enfermedad grave e incurable» por la que uno de los informes médicos no da más de cinco años y con la calidad de vida de un «discapacitado» que requiere cuidados especiales y asistencia hospitalaria.

Pese a la oposición del Ministerio Fiscal y de la propia Junta de Tratamiento de la prisión, el juez entiende que todos los diagnósticos coinciden en que Muñoz, de 66 años, padece una pluripatología de carácter grave e incurable aunque no lo considere un paciente terminal.

La falta de facilidad para volver a delinquir, la escasa peligrosidad del interno y, por último, razones humanitarias y de dignidad personal son los argumentos que el juez aporta en su auto junto a varios informes médicos. Entre ellos el del catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada, Claudio Hernández Cueto, quien corrobora que la salud del reo se viene a apagando sin interrupción desde 2004, especialmente en los últimos siete meses. «Se ha producido un empeoramiento rápido, importante y progresivo de su ya deteriorado estado de salud, por lo que no puede descartarse la posibilidad de un cuadro súbito e inesperado como complicación de las enfermedades que sufre que ocasionen la muerte o secuelas graves a corto plazo», abunda el documento judicial que añade que, sólo el año pasado, Muñoz abandonó la cárcel de Alhaurín de la Torre por motivos médicos en veinte ocasiones, mientras que en lo que va de año suma nueve salidas.

Seguirá cumpliendo condena

El letrado del exalcalde, el director de la firma Lemat Abogados con sede en Granada Antonio José García Cabrera, detalló ayer a Efe que el auto responde al deteriorado estado de salud de Muñoz y a la «alta posibilidad» de sufrir una muerte súbita, por lo que adelantó que pedirá ahora la libertad condicional de Muñoz. El juez, sin embargo, advierte de que el acuerdo no supone la supresión de la condena ni ningún tipo de indulto, ya que seguirá cumpliendo las penas impuestas en una cárcel adecuada a las características del interno una vez que pase al tercer grado.

El auto lanzado por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Málaga matiza que la resolución no tiene efectos inmediatos, que puede ser recurrida por las partes y que no se ejecutará hasta que la misma no sea firme. Además, el juez se declara incompetente para determinar en qué centro penitenciario debe ser ingresado el interno y traslada esa responsabilidad a la administración de Instituciones Penitenciarias, respondiendo así al recurso de Julián Muñoz en el que éste rechazaba el internamiento en la prisión de Almería.

La salud de Julián Muñoz, que entró en prisión por segunda vez en abril de 2013 para cumplir seis años y medio de cárcel por el caso Blanqueo y que también fue sentenciado a otros siete años por Minutas, lleva siendo comidilla a un lado y otro de los muros de la prisión de Alhaurín de la Torre desde hace bastantes meses. No obstante, La Opinión de Málaga informó el pasado mes de julio sobre su delicada situación médica y sus numerosas salidas para someterse a chequeos de médicos externos a la prisión. Entonces, fuentes cercanas al preso confirmaron que semanas antes había sufrido un ictus, que había sido atendido por un especialista forense, que había perdido muchos kilos y que incluso había dejado de fumar.