­Terminan los colegios y muchas familias se encuentran con problemas para alimentar a su pequeños. Las instituciones de diferentes colores se ha puesto de acuerdo, los niños no se pueden quedar sin comer. De los 3.750 niños que reciben comedor gratuito durante el curso escolar sólo 500 se benefician en verano de las ayudas de la Junta de Andalucía. Es por esto que el Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan especial para acoger a 1.311 menores de entre 3 y 12 años. El programa tiene una vigencia del 3 de agosto al 9 de septiembre, fecha en la que suelen empezar los centros escolares.

El plan llega de un acuerdo entre el Ayuntamiento y Cáritas para prestar este servicio a través de la asociación Nueva Alternativa de Intermediación y Mediación -NAIM- y empresa de catering QWeno, asociada al propio NAIM. El concejal de Derechos Sociales, Julio Andrade, y la directora del área, Ruth Sarabia, visitaron ayer las instalaciones en las que preparan la comida para los pequeños.

La alimentación ofrecida por el Ayuntamiento consta de comida caliente para el almuerzo y un kit de merienda y desayuno. Casualmente en el día de ayer el número de comidas era mayor. «Hay familias con niños que superan la edad máxima del plan, pero no los dejamos fuera», explicó Sarabia en compañía de José Montes, presidente de NAIM.

No sólo sirve el plan especial para alimentar a los pequeños. También es una fuente de empleo. La cocina se reparte en tres turnos de 18 personas y en cada punto de entrega de alimentos hay dos monitores encargados de distribuirla. En total hay 51 personas que tienen trabajo alrededor de la entrega de comida a los menores sin recursos. «Es de agradecer que las instituciones se pongan en marcha con estos planes y que cuenten con nosotros para echar una mano», aseguraba Montes, al tiempo que Ruth Sarabia manifestaba su deseo de que no fuera necesario que las instituciones ayuden con planes especiales de comida.

Las instalaciones de NAIM sirven de centro producción de la comida que se sirve a los más pequeños. Ésta asociación ha tenido casi que cerrar sus aulas para transformarlas en oficinas y cocinas para gestionar el volumen tan grande que tiene. Después una furgoneta de la asociación es la que se encarga de la distribución de los alimentos y las familias acuden a los centros de recogida.

Los alimentos, según explica Montes, componen de una dieta equilibrada. Un kit de bocadillo y zumo para la merienda y el desayuno y comida caliente como lentejas, tortilla de patatas o espaguetis a la boloñesa. En Feria harán un reparto especial para que la familias cocinen en casa.