Los crímenes registrados en Moraña (Pontevedra) y Castelldefels (Barcelona) han vuelto a encender las alarmas por desenmascarar una forma extensiva de violencia de género que alcanza de lleno a los hijos de la pareja o a su entorno más cercano, como ocurrió en julio en Arbo (Orense) cuando una mujer y su pareja fueron asesinados por el ex de ella. Según el exdelegado del Gobierno para Violencia de Género, Miguel Lorente, también pueden verse afectados los padres de ella, o incluso de su entorno cercano, como ocurrió en Sevilla cuando fue asesinado a cuchilladas un sacerdote a quien el agresor creía responsable de aconsejar a su exmujer la separación. «Después fue a matar a la mujer y le detuvieron», recuerda el experto. Sin embargo, los más expuestos siguen siendo los hijos, tal y como demuestra el asesinato de cuatro menores en Galicia y Cataluña en apenas una semana. La provincia de Málaga también suma casos recientes, como el doble crimen de La Luz en el que un hombre presuntamente asesinó a su expareja y a su hijo en septiembre de 2013. En abril, en Campillos, otro hombre mató a su hija la noche antes de entregársela a su expareja y luego se ahorcó. En febrero, un joven dejó que el hijo de su pareja, con la que estaba enfadada, se ahogara en una balsa de los Montes, aunque inicialmente el caso no se vinculó a la violencia machista.