El consumo de pescado inmaduro supone trabas tanto a nivel económico como medioambiental, por ello, la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un plan para paliar los efectos negativos en la comunidad autónoma.

Así, el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, manifestó las diversas consecuencias que puede acarrear esta práctica.

En primer lugar, el medio marino se puede ver seriamente afectado, ante la sobrexplotación de especies que no han conseguido el tamaño adecuado, ni mucho menos la capacidad reproductiva.

Por otro lado, el sector pesquero también se ve perjudicado, pues afronta problemas que «cuestionan la sostenibilidad y rentabilidad de la flota, agravando los problemas económicos y de supervivencia de esta actividad» sentenció Ruiz Espejo, quien además instó que el consumidor final puede sufrir los resultados derivados de la existencia de «un producto ilegal que no pasan controles veterinarios».

Ante tal panorama, el organismo público ha optado por establecer en Andalucía 40 actuaciones, 15 en la provincia, que informen sobre el panorama del pescado inmaduro en playas de la zona litoral. Monitores especializados en el tema serán los encargados de instruir a gente adulta acerca de esta situación, así como realizar cursos didácticos para los más pequeños con materiales prestados para la ocasión, como folletos.

Las zonas donde se ejecutarán las intervenciones a lo largo de agosto, desde las 10.30 hasta las 14.30 son: Torrox (10 de agosto), Vélez Málaga (11 de agosto), Nerja (12 de agosto), Málaga capital (13 y 14 de agosto), Rincón de la Victoria (17 de agosto), Cala de Mijas (18 y 19 de agosto), Estepona (20 de agosto), Marbella (24 y 25 de agosto), Torremolinos (26 y 27 de agosto) y Arroyo de la Miel (28 y 31 de agosto).

Además se impartirá información acerca de la importancia del etiquetado del producto pesquero, pues como defiende Adolfo Moreno, delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, «se facilita información de utilidad sobre la procedencia».