­ Tradicionalmente, Málaga ha sido una provincia que ha atraído a nuevos habitantes por su mercado laboral y sus posibilidades de futuro. Pero llegó la crisis y el panorama cambió por completo. La mala coyuntura económica disparó las cifras del paro y ante la falta de salidas Málaga comenzó a ver cómo sus residentes salían fuera buscando lo que aquí no encontraban. Por ello no es de extrañar que desde el año 2000 hasta el pasado 2014, el cambio de residencia fuera de Málaga haya crecido más de un 200%. Si hace catorce años, la emigración sumó a 26.734 movimientos residenciales, el año pasado fueron 65.042 los que se registraron, es decir, se ha multiplicado por tres. Buena parte de éstos han sido cambios dentro de los límites de la propia provincia, una situación que afecta sobre todo a los pueblos más pequeños, que ven salir a sus vecinos hacia el litoral y la capital, donde sí hay más oportunidades.

Así lo ponen de manifiesto las estadísticas de migraciones y variación residencial publicadas ayer por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), que no obstante también revelan que Málaga es, junto a Huelva, la única que puede presumir de tener un saldo migratorio en positivo. De hecho, el 27% de las movimientos inmigratorios en Andalucía se produjeron con la provincia como destino. Así, Málaga, que también lidera las emigraciones, tiene un saldo migratorio superior a las 10.000 personas -salieron 65.042, pero llegaron 75.687-.

De las variaciones residenciales contabilizadas el año pasado en Málaga, el extranjero fue el lugar de destino de 13.613, según el IECA, que señala a Europa como el lugar preferido para establecerse. En cuanto a las inmigraciones procedentes del extranjero, fueron casi 20.000 las registradas el pasado ejercicio, con más de 11.000 también con destino en algún país europeo.

En el caso de los que optaron por quedarse en territorio nacional, las comunidades de destino preferidas fueron Madrid, Cataluña y las Islas Canarias, aunque todas por detrás de la propia Andalucía, que es la que absorbe a más de la mitad de los que emigraron de Málaga dentro del país.

Las localidades con mayores saldos migratorios fueron Marbella y Mijas con valores de 3.058 y 2.062 respectivamente. Roquetas de Mar, de Almería, (-2.996) y Sevilla capital (-2.634) fueron los que presentaron los menores saldos.

Un 53,6% de los movimientos de entrada en Andalucía, 58.700, procedían de algún municipio del resto de España (un 1,5% más que el año anterior). De estos movimientos, el 76% fueron de españoles y el resto de extranjeros. Málaga, con el 23,5% del total de entradas, y Sevilla con el 16,6%, fueron (al igual que ocurrió en 2013) las provincias que más entradas recibieron desde otra comunidad autónoma, según el IECA. Málaga y Almería, con un 38,7% y 17,4% respectivamente, fueron además las provincias que recibieron mayor número de entradas del extranjero.