­En los seis primeros meses del año la atención psicológica a menores víctimas de malos tratos o testigos de violencia machista en sus casas se duplicó respecto al año anterior. En el global del 2014, los servicios psicológicos del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Málaga atendieron a 164 menores. De enero a junio de 2015 la cifra fue de 116.

Aunque los expertos no saben si la cifra obedece a un aumento de los casos -con menores implicados- o a que estos se han animado a denunciar gracias a las campañas de concienciación, la realidad es que la cifra preocupa a los expertos. Sólo este verano cuatro menores han muerto a manos de sus padres, sus verdugos. Tanto en el caso de Moraña, en Galicia, como el de Castelldefels, el progenitor acabó con la vida de sus hijos. En total, son ocho los menores que han fallecido en el país asesinados por sus padres o por las parejas de sus madres este año, como el pequeño Alejandro que murió en Málaga el 3 de febrero.

En total, y según recuentan las estadísticas oficiales, en la última década han muerto 44 menores por violencia de género, 26 de ellos asesinados durante el régimen de visitas.

La coordinadora del IAM en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez, recuerda que la violencia hacia los hijos se utiliza para dañar a la mujer. «Los hijos son víctimas instrumentales de esta violencia machista. La víctima principal es la mujer y el agresor sabe que es la peor manera de dañarla. No hay peor manera de maltratar a una madre que dañar a sus hijos», afirma, al tiempo que reconoce que se trata de un daño extremo del que no se recuperan «jamás».

Además del daño en sí mimo, Rodríguez alerta de una consecuencia de la agresión en la que el agresor sí repara: con el daño a los hijos intentan hacerlas responsables de ello, porque estas siempre pensarán que podían haberlo evitado.

Conscientes de que las agresiones a hijos son una realidad y de que muchas mujeres no denuncian por miedo a ser agredidas o a quedarse sin recursos económicos, el IAM apuesta por la prevención pues, advierte: pocas de estas medidas hacen efecto a corto plazo, sino a largo, por lo que se necesita un compromiso global y social.

Aunque muchas agresiones son fruto de una discusión, muchas son premeditadas -generalmente las que peor final tienen- porque la mujer ha decidido dar el paso. Tampoco eso puede echarlas para atrás. «Cuando al agresor percibe que su mujer ha tomado la decisión de romper con la pareja, es consciente de que hay un punto de no retorno y en firme, ahí es cuando se produce la decisión de hacer alguna brutalidad y

entonces se planifica», advierte Rosa del Mar Rodríguez.

No obstante, reconoce que aunque la cifra de asesinatos no disminuya, sino todo lo contrario, desde el IAM sí ven un atisbo de cambio ya que, mientras hace años la agresión se producía y la sociedad la observaba en la lejanía, ahora el agresor se quita la vida. «Hay un rechazo social. Antes estos casos se escudaban en el alcoholismo, arrebatos o problemas psiquiátricos. Ya no», sentencia.

El IAM atendió en los seis primeros meses del año en la provincia a 6.478. De estas, 1.668, es decir, un 25,7% del total, fueron atenciones directas por violencia. Hasta junio, los recursos de acogida atendieron a 130 mujeres. Ayer, la cifra era de 12 mujeres y 15 niños.

La entrada en vigor de la Ley de Infancia y Adolescencia cumple con las reivindicaciones sociales y reconoce a los menores expuestos a la violencia de género como víctimas y eso hará que se garanticen más medidas cautelares y de protección porque, como la propia coordinadora del IAM reconoce, aún hoy se ven sentencias en las que los padres pueden cuidar de sus hijos pese a los malos tratos. «Un niño que se cría en un entorno de violencia la sufre y la normaliza, ve que los conflictos se solventan con la violencia, hace lo que ha aprendido en su casa. No es sólo un brazo roto o una muerte, tiene efectos colaterales brutales, encontramos niños que están destrozados».

A prisión por maltratar a su bebé de 4 meses

La Junta de Andalucía ha decretado el desamparo provisional de una bebé de 4 meses cuyos padres han sido detenidos en Málaga al presentar la menor lesiones que podrían haber sido causadas por malos tratos y abusos sexuales, informaron a Efe fuentes del Gobierno andaluz.

La niña permanece ingresada en el hospital Materno Infantil de la capital malagueña y se encuentra estable y pendiente de evolución, según las fuentes, que añadieron que se ha activado el protocolo habitual en estas situaciones.

Ayer, el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Málaga acordó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de los padres de la bebé. El juez imputa inicialmente a los padres, J. C. S. y E. M. A. B., como autores de los delitos de lesiones y agresión sexual a la pequeña. Los padres fueron detenidos por la Policía Nacional ante el parte hospitalario que constató, en la madrugada del pasado miércoles, diversas lesiones en su hija. Tras escuchar ayer viernes las declaraciones de los dos y a petición del fiscal, el juez resolvió la prisión de los padres, de 33 años ella y 28 años él y vecinos de Málaga. La bebé agredida y otra hija de la madre han quedado bajo la protección de un familiar directo. La madre de la niña acudió el pasado miércoles al Hospital Materno Infantil para que atendieran a su hija. Al observar los pediatras lesiones en la zona genital, activaron el protocolo ante casos sospechosos de abusos sexuales.