Una de las polémicas aparentemente inevitables que resucitan en cada edición de la Feria de Málaga: ¿se ha convertido la fiesta del Centro Histórico en un botellón consentido por las autoridades? ¿Se está exportando esa costumbre al Cortijo de Torres, al Real de la Feria, donde cada vez más jóvenes se dedican a beber en una gran explanada? Preguntado por el alcalde de Málaga, Francisco De la Torre, por si hay botellón en la Feria, ha opinado que «en sentido clásico, no», precisando que «sí que hay gente que se reúne en la calle, pero eso es una diversión en la calle, que si es educada y correcta, no hay ningún problema». En cualquier caso, el primer edil de la capital de la Costa del Sol ha invitado a todos a tener «una conducta responsable y cívica», de modo que «sepamos divertirnos sin perder el control». «Eso es bueno», apostilló De la Torre, admitiendo, eso sí, que en materia de prevención «aún queda mucho por hacer».

l. o. málaga