Algo más de un año de obra será finalmente necesario para completar la transformación del entorno de la Catedral en una zona peatonal y reordenar el tráfico en la Cortina del Muelle. El Ayuntamiento de Málaga ha cerrado con la Junta de Andalucía el final de las obras para el 31 de octubre, lo que ha supuesto extender en cinco meses el plazo de ejecución previsto inicialmente y alterado tras encontrar importantes restos arqueológicos.

La fecha final de cierre de la actuación fue aprobada el pasado viernes por el Ayuntamiento tras acordar con la Junta de Andalucía la extensión del Plan Turístico de Málaga hasta enero de 2017, con idea de reforzar la promoción y dar cobertura al nuevo plan de obra en Molina Lario, Cortina del Muelle, Postigo de los Abades y calles adyacentes.

El cronograma de las obras sitúa el final de los trabajos a finales de octubre, un año y 17 días después del inicio de la actuación y que, en los planes iniciales, estaba previsto cerrarse a finales de mayo.

Los trabajos se vieron alterados a partir de diciembre pasado cuando las catas arqueológicas sacaron a la luz restos del muro portuario de la ciudad que se comenzó a construir en la época de Felipe II y se concluyó en 1740. Esta estructura se encuentra a lo largo de Cortina del Muelle, que representaba el límite de la ciudad hasta que en la segunda mitad del siglo XIX se ganó terreno al mar con el Parque.

Este antiguo dique fue clave en la explosión comercial de Málaga a partir del siglo XVII, pues allí llegaban y salían los barcos que dieron protagonismo en el comercio de la época a Málaga y junto a él estaba la Aduana.

La importancia de los restos arqueológicos obligó a la Delegación de Cultura a parar la obra en toda la zona afectada, con idea de permitir que un equipo de arqueólogos trabajase con ellos en su estudio y realizase excavaciones auxiliares para determinar la ubicación exacta del muro. De hecho se realizaron tres sondeos adicionales en el entorno, que permitió dibujar con exactitud la situación del muro portuario y facilitó la reubicación de las instalaciones subterráneas de saneamiento y suministros que estaban previstas.

Estos trabajos, que se encargaron a la empresa arqueológica Nerea, permitieron detectar también estructuras portuarias y defensivas de la época nazarí y algunos restos humanos de ese momento.

La ejecución del proyecto se encuentra muy avanzada, ya que mientras los estudios arqueológicos se realizaban en Cortina del Muelle, se ha ido trabajando en el resto de las calles afectadas, que cubren una superficie de 10.000 metros cuadrados. Ya se han terminado la instalación de los servicios en las calles Cañón, Don Juan de Málaga y Charlie Rivel, así como el grueso de las obras de pavimentación.

Todavía quedan por completar los trabajos en Molina Lario y Postigo de los Abades, donde se pueden encontrar más restos arqueológicos y por eso se ha alargado el plazo de ejecución hasta el 31 de octubre, para dar cierto margen para su estudio. Eso si no es necesario realizar catas adicionales.