­ En la primera prueba dio 1 miligramo de alcohol por litro de aire expirado (cuatro veces más de lo permitido) y en la segunda, 0,97. Sin embargo, además de un presunto delito por conducir bajo los efectos de las bebidas alcohólicas, la Policía Local de Málaga le acusó de otro contra la seguridad del tráfico por circular de forma temeraria y un tercero de allanamiento.

Los hechos ocurrieron sobre las 2.00 horas de la madrugada, cuando una llamada al 092 alertó a la Policía Local de una reyerta en una vivienda localizada en la avenida Sor Teresa Prat, en la zona oeste de la capital. Según fuentes policiales, el origen de la bronca tuvo lugar previamente en la playa con una fuerte discusión entre una pareja en la que terminaron mediando otros familiares. Al parecer, esto provocó que el varón se presentara posteriormente en casa de su cuñada e incluso entrara en contra de su voluntad.

Allí, siempre la versión policial, el joven perdió los estribos y rompió varios objetos hasta que la mujer llamó a la Policía Local. El hombre huyó en su furgoneta, pero la dotación del GOA que había acudido a la zona consiguió ver el vehículo e intentó darle alcance.

A pesar de activar los agentes las señales acústicas y lumínicas, el conductor hizo caso omiso y aceleró y realizó varias maniobras temerarias. Las fuentes aseguran que se saltó un stop y un semáforo en rojo, lo que provocó que otros conductores frenaran para evitar la colisión.

Se resistió a la policía

Finalmente, otra patrulla de la Policía Local que acudió en apoyo de la primera consiguió dar el alto al conductor de la furgoneta a la altura del número 52 de la avenida Europa, aunque siguió sin ponérselo fácil a los agentes, que tuvieron que bajarlo a la fuerza tras resistirse de forma pasiva.

El hombre, identificado como un joven de 33 años y trasladado a dependencias policiales «con evidentes síntomas de embriaguez», arrojó 1 miligramo por litro de aire espirado en la primera prueba, cuatro veces más que el mínimo permitido, mientras que en la segunda dio 0,97. Los agentes también le atribuyeron un presunto delito contra la seguridad del tráfico y otro por supuestamente allanar la casa de su cuñada.