­La vida del Restaurante Antonio Martín ha estado muy vinculada al desarrollo de la ciudad, desde el sencillo merendero y las cuatro mesas que vendía almejas que cogía en La Malagueta en 1886. Esos fueron sus inicios, pero su apogeo llegó entre las décadas de 1950 y 1970, con la creación de algunos de sus platos más famosos, como la sopa Viña AB o el rabo de toro, muchas veces procedente de las corridas de la plaza de toros de La Malagueta.

Fueron los años en los que la leyenda del restaurante Antonio Martín se agrandó, siendo la referencia de la restauración en Málaga y visitado frecuentemente por personajes famosos. Su ubicación y su cocina jugaban a favor de este restaurante, que entró en declive en los años 80 por mala gestión. La negociación del nuevo título concesional por ocupación del litoral en 1988 supuso una dura carga financiera para un debilitado restaurante, que tenía que hacer frente a un canon anual de 700.000 pesetas y financiar las obras de regeneración de La Malagueta, que antes era una escollera y que a principios de los años 90 adquirió la playa.

Los impagos del canon llevaron a la Demarcación de Costas a iniciar un expediente de rescate de la concesión en 1995. La entrada de Exceho para gestionar el restaurante dio un respiro a la empresa concesionaria, que finalmente extinguió su actividad en 2007.

Desde 1995 ha tenido varios intentos por recuperar su actividad, entre ellos La Moraga de Dani García, aunque ninguno ha terminado de funcionar.