­Llega septiembre y los estudiantes gastan sus últimos cartuchos en lo que supone aprobar esas asignaturas que quedaron pendientes, y que componen la balanza en la que se posa la diferencia entre un buen o mal año. Horas de flexo y concentración, de nervios e insomnio, en las que habrá que combatir a un enemigo en forma de din a 4. Sin embargo, existe un aspecto que no ayuda a lo largo de este mes. El horario de las bibliotecas.

Muchos alumnos se ven visiblemente molestos ante unas bibliotecas municipales, que en verano solo abren en periodo de 9 a 14 horas. «Hay mucha gente que en su casa no puede estudiar porque tiene mil distracciones. Se debería ampliar la jornada porque el ambiente incita al estudio ya que todo el mundo está igual de jodida que tú» argumenta Adrián Pérez, que cursa Derecho en la UMA.

Otros como Miguel Cardona afrontan otros hándicaps como el problema del transporte: «Me tengo que desplazar a la Universidad porque la del Puerto de la Torre solo abre hasta mediodía y siempre tengo que andar con el rollo de los autobuses».

No obstante, el problema no es nuevo y se están abogando por iniciativas que complazcan en la medida de lo posible al estudiante. Así, las bibliotecas Miguel de Cervantes, situada en las Chapas y Manuel Altolaguirre, en la Cruz de Humilladero, ampliaron a partir de junio su jornada, que contempla de forma ininterrumpida el periodo de 9 de la mañana a 21 de la noche. El objetivo de este proyecto estriba en analizar las cifras de asistencia y demanda, para aplicarlo de cara al futuro a otros lugares de Málaga.

«Vamos a ver como funciona el abrir hasta las 21 horas, ya no solo en verano, sino durante todo el año de forma continuada. Recogeremos los datos, los valoraremos y estudiaremos las posibilidades de como funciona para abrir más bibliotecas o mejorar el horario en otras tantas» asegura Félix Gutiérrez Santana, Jefe de Sección de bibliotecas municipales.

Cabe destacar que la aplicación de este plan requeriría un personal mucho mayor, si bien desde hace 5 años no salen oposiciones para el trabajo; «Por la situación de la crisis las bolsas de empleo estaban congeladas por el Gobierno a nivel estatal. Pero por supuesto tendrían que sacar oposiciones» agrega Gutiérrez.

Pero los ruegos de los alumnos a la hora de encontrar su tan preciado lugar de estudio, no deberían ser, en opinión de Feliz Gutiérrez, competencia exclusiva de los lugares de lectura municipales.

«El objetivo es atender la demanda, pero no solo nosotros, sino también por parte de las universidades, de las bibliotecas de Diputación y de la Junta de Andalucía».

En el caso de la Universidad, tres zonas se encuentran actualmente habilitadas con un horario especial de apertura de 22 horas; la General, la facultad de Económicas, en el Ejido y la facultad de Ciencias. El resto comenzará sus andaduras a partir del 1 de septiembre pero solo hasta las 2 de la tarde.

Sin embargo, la limitación de sitios provoca en la UMA verdaderas aglomeraciones de personas; «muchas veces está a rebosar porque todo el mundo viene aquí y encontrar sitios a ciertas horas es muy difícil» agrega Andrés Soler, quien cursa medicina.

De cara al futuro, estudiantes como Rubén Campos exigen que se proceda a una ampliación de horarios que contemple las necesidades del alumno, pues para él «siempre hay que apostar por las nuevas generaciones y no por ponerle trabas, porque la educación es la principal forma para que la sociedad avance».