­La bicicleta se está implementando en muchas ciudades. Ya en los países nórdicos se instauró hace muchos años que los ejecutivos fueran al trabajo dando pedaladas, incluso reciben incentivos los que dajan el coche aparcado en la puerta de su casa. No es raro ver a políticos europeos, incluso a presidentes de estados, ir a cumplir con la labor pública sobre una bicicleta. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, es uno de los que nada más llegar al cargo comenzó a usar este medio de transporte. En Málaga está también el portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, que recorre todas las callejuelas de la ciudad sobre dos ruedas.

Málaga es la segunda ciudad tras Barcelona que más uso tiene la bicicleta. Es un dato que se resalta debido a la gratuidad del sistema. En un informe recogido por la web Observatorio de la Bicicleta Pública en España se puede apreciar que es superior el índice de rotación a la ciudad de Madrid. En ella se encargan de realizar informes de toda clase de los sistemas de este medio de transporte que campan por España.

En la actualidad hay 64 sistemas públicos de bicicletas en toda España. Llegó a haber 128 de los que la mitad han desaparecido, lo que acarrea una importante pérdida económica para las arcas públicas. Según esta web especializada, los motivos de la desaparición podrían ser tres: exceso de confianza en su introducción, mala planificación de costes asociados -explotación y mantenimiento- y dificultades de financiación por la crisis. Denominan en esta web este proceso como una «selección natural», en la que han sobrevivido los más fuertes y han conseguido superar los tres puntos expuestos con anterioridad.

La media de edad de los sistemas públicos de bicicleta oscila entre los cinco y los ocho años. Los sistemas que desaparecieron duraron menos de cuatro años, incluso algunos desaparecieron antes de dos años de funcionamiento. Sólo dos sistemas superan los diez años, lo que deja entrever que cada vez son más los Ayuntamientos que parecen apostar por los medios de transporte ecológicos. En 2008 apenas existían unas 800 estaciones y poco más de 5.000 bicicletas, en cambio en 2014 -año del último balance realizado por bicicletapublica.es - las estaciones superaban las 2.000 y las 25.000 bicicletas. Lo que supone un crecimiento exponencial, ya que las supervivientes no han dejado de crecer.

En referencia a esto, en Málaga el Partido Popular realizó una promesa electoral en la que se comprometía a ampliar tanto los puntos como el número de bicicletas, aunque fuentes del Consistorio aseguran que todavía no se ha proyectado esa ampliación. Por ahora todos los edificios de cierta relevancia en la capital están interconectados mediante carriles bici. Aunque la dificultad se presenta a la hora de encontrar en las estaciones una bicicleta que funciones en óptimas condiciones o se encuentre completa. Ya que en muchos casos los usuarios tardan varios minutos en poder encontrar un bicicleta en correcto estado. Las ruedas con poca presión, el sillín suelto y directamente que no tenga frenos son algunos de los fallos reportados.