La pequeña guerra soterrada que Elías Bendodo y Francisco de la Torre, los dos hombres más poderosos del PP en Málaga, sostienen en las últimas fechas a cuenta de quién debe ser el candidato a suceder al alcalde, no será pública de cara al ciudadano; al menos de momento y mientras el alcalde sea el que mida los tiempos.

De la Torre, de vuelta de su viaje por Sudamérica, eludió ayer la confrontación pública con Elías Bendodo a cuenta de la provocativa respuesta que el presidente del PP había realizado a la propuesta de De la Torre de hacer una encuesta entre los malagueños para que eligiesen a su sustituto dentro de cuatro años.

La respuesta de Bendodo tal cual y literal fue: «¿Qué quieren que les diga? Son las cosas de Paco. No les digo más».

Pero el alcalde no entró al trapo y eludió pronunciarse sobre esas declaraciones pese a la insistencia de los periodistas. De la Torre evitó valorar las palabras de Bendodo y se limitó a insistir en que « la realización por parte de los partidos políticos de encuestas entre los ciudadanos para tener una idea de cuáles pueden ser los mejores candidatos de cara a una cita electoral es una cosa obvia y natural. No invento nada nuevo». «Es algo que hacen todos los partidos, pero privadamente», dijo el alcalde. No obstante De la Torre sí lanzó alguna píldora política que tenía como destinatario a Bendodo.

El alcalde no dijo, como lo había hecho otras veces, que Elías Bendodo sería un buen candidato a sucederle para optar a la alcaldía de Málaga.

Ayer, ante la pregunta periodística de si Bendodo le parecía un buen candidato, De la Torre eludió apoyar al presidente provincial del partido y quiso dejar claro que «yo no soy la persona que determina quiénes son los candidatos», para añadir que «ya llegará el momento».

Queriendo elevarse por encima de las disputas el alcalde subrayó como concepto general que «lo que tenemos que hacer, y estoy seguro de que el presidente de la Diputación también lo hará, es trabajar entregadamente para cumplir nuestro compromiso y crear los mejores mecanismos de colaboración entre las dos instituciones».

Ese objetivo debe de ser, a su juicio, «servir, con proyectos importantes que tenemos en marcha y pensados, a las expectativas de nuestra ciudad y de la provincia».

«Tenemos un compromiso: yo, por mi parte, en el Ayuntamiento de Málaga, de estar cuatro años, un compromiso expresado en las elecciones y después de las elecciones y también, el presidente de la Diputación», concluyó.