El proceso destinado a despejar de forma definitiva todas las dudas relacionadas con el futuro incierto de Izquierda Unida pasa ineludiblemente por la voluntad de Podemos y su intención de formar parte de una lista unitaria de confluencia popular que está llamada a agrupar a los carismáticos Alberto Garzón y Pablo Iglesias bajo un mismo marbete oficial, que pueda hacer frente al PP y al PSOE desde una verdadera alternativa que se abrace sin tapujos a los planteamientos políticos del espectro ideológico de la izquierda.

Esto es lo que se viene confirmando desde los últimos meses, si se tienen en cuenta las declaraciones efectuadas por los diferentes dirigentes con peso dentro de Izquierda Unida y que llevan tiempo apostando por crear espacios de confluencia que den lugar, en última instancia, a la confección de una lista de confluencia popular que permita unir fuerzas. Frente a las reticencias de Podemos, la formación de izquierdas aboga por seguir insistiendo en la posible convergencia de ambas formaciones. A las palabras del diputado en el Congreso José Luis Centella, que ya dijo a principios de semana que el «mestizaje está por encima de las siglas», hay que sumarle las palabras del coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, que ayer abrió las puertas a un posible proceso de primarias entre Alberto Garzón y el propio Pablo Iglesias. «Es el mejor candidato a la Presidencia en una candidatura de unidad y confluencia», abundó Maíllo sobre las cualidades de quien está destinado a liderar a IU en las futuras deliberaciones con Podemos. De hecho, ambos partidos han mantenido en el pasado que Garzón y Iglesias estarían siempre en un continuo proceso de intercambio de ideas. La secretaria de Acción Institucional de Podemos, Auxiliadora Honorato, volvió a confirmar ayer que ambos líderes «hablan de forma fluida».

A pesar de hacer gala de estar en buena sintonía, desde Podemos insisten en que cualquier alianza que implique no acudir a las elecciones generales bajo la marca magenta y el liderazgo de su secretario general, Pablo Iglesias, cerraría las puertas a cualquier tipo de pacto estatal. De esta manera, se cierra la posibilidad de confluencia por chocar, principalmente, contra la exigencia de Izquierda Unida y la consideración de las primarias como imprescindibles para elaborar una candidatura común.

En todo caso, los cantos de sirena para embaucar a Alberto Garzón parecen manifiestos y todo hace indicar que Pablo Iglesias ya le habría ofrecido a Garzón encabezar la candidatura de Podemos en Málaga. Paso que supondría dejar de ser el candidato a la Moncloa de IU. «Los encuentros con las alternativas de unidad popular siempre son en los territorios y Podemos se presenta como Podemos en las elecciones. Eso implica que tiene que haber una papeleta que ponga Podemos-X. Esas son nuestras líneas rojas», explicó Honorato despejando cualquier tipo de duda. El futuro deberá, en cualquier caso, disolver las dudas sobre la fórmula jurídica que se utilizaría en aquellos territorios en los que, finalmente, haya algún tipo de acuerdo para armar candidaturas de unidad popular. Por su parte, Alberto Garzón, el principal interesado en formar parte de una lista de confluencia para las elecciones generales, aludió ayer de nuevo al momento histórico que se ha abierto para cambiar de paradigma político. En alusión a la evidente dificultad de que Podemos renuncie a los resultados de sus primarias, que se celebraron el pasado mes de julio, Garzón explicó que lo importante para llegar a la unidad popular es el «cómo se llega a ese proceso». En todo caso, Garzón afirmó que las «alternativas de unidad popular tienen que contar con sus primarias correspondientes». Con todo sobre la mesa, el deseo de una lista de confluencia parece estrellarse contra la directriz nacional establecida por Podemos.