Las colas daban la vuelta al aulario Rosa de Gálvez, sede del Vicerrectorado de Estudiantes de la UMA desde antes de las 8.00 horas y durante toda la mañana. Cientos de alumnos aguardaban para presentar una reclamación después de que un error en el sistema informático del Distrito Único andaluz de la Junta les hubiera excluido del proceso para poder acceder a un posgrado.

Un caos que provocó la indignación de todos estos estudiantes por un triple motivo: porque la Junta ha dejado la adjudicación de las plazas para el último día, agotando las opciones para reaccionar y pedir una beca del Ministerio, ya que el plazo termina hoy; porque no ha tenido en cuenta que un alumno con un título de grado ya cuenta con el certificado B1 en inglés, y, por tanto, no es necesario presentarlo otra vez; y porque a la hora de presentar el recurso de forma presencial, y a pesar de las colas, la información transmitida era errónea y había que hacerla online.

La UMA recurrió por la mañana a una unidad de emergencia y multiplicó el equipo encargado de atender a estos estudiantes, para resolver las posibles incidencias, aunque desde el primer momento quiso dejar claro que «la Universidad no es responsable». Todo se ve dramáticamente agravado porque el 15 de septiembre, es decir, hoy, expira el plazo del Ministerio para poder acceder a una beca. Unos 2.000 euros, según los propios estudiantes, que no dudaron en mostrar su enfado a este periódico.

El pasado 25 de agosto acabó el plazo para presentar la solicitud para realizar un máster en el UMA. El viernes se publicó la primera lista de admitidos y la mayoría de ellos aparecían denegados por falta de acreditación del nivel B1 de idiomas.

La vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Málaga, María Jesús Morales, señaló por la mañana que se trata de un problema generalizado en todas las provincias andaluzas. «Cuando un alumno nuestro se matricula en un postgrado es porque ya es un graduado, es decir, que ya tiene el B1, si no, no se le da el título», insistió. El sistema rechazó todas las peticiones de máster, hasta las de los alumnos que han terminado Traducción e Interpretación en inglés, «que tienen hasta el B2», agregó Morales, que insistió en que no es un problema de la UMA, sino de la Junta.

«Hemos presentado un escrito ante la Junta para pedirles explicaciones ante esta situación inesperada», ya que en la última reunión de la Coordinadora Andaluza de Universidades (DUA) se nos informó de que las preinscripciones tenían que presentarse de forma telemática. «Han sido rechazados todos los alumnos», asegura la vicerrectora, que no supo precisar el número.

Para ayudar a estos alumnos a resolver cuanto antes sus reclamaciones, la Universidad reforzó el equipo de personas encargado de estas atenciones. «Son cinco en vez de dos y estarán todas las horas que sean necesarias», añadió Morales, ya que este desajuste burocrático dejaba a los estudiantes sin opciones para reaccionar y pedir una beca del Ministerio. Y no son pocos los que dependen de estas ayudas económicas para continuar con sus estudios de postgrado.

En todo caso, las horas de espera fueron desesperantes y sirvieron para poco, ya que los alumnos tuvieron que volver a sus casas para presentar las reclamaciones, de nuevo por internet. En todo caso, Morales se congratuló de que ayer mismo todos estos problemas quedaron resueltos.