La polémica sobre la cafetería de la Diputación eclipsó el pasado jueves varios puntos de interés imprescindibles para el funcionamiento correcto de la institución provincial que se pusieron sobre la mesa en el primer pleno de este nuevo curso político. La aprobación de las cuentas correspondientes al ejercicio económico de 2014, pendientes de pasar por el trámite del pleno para cumplir con la ley que regula las administraciones locales, originó que todas las fuerzas políticas con representación en la institución provincial, exceptuando el PP, se pusieran de acuerdo para negar la conformidad de las mismas ante la falta de documentación correspondiente.

Esta negativa a aprobar las cuentas parte de la actuación del propio interventor de la Diputación que avisó, concretamente, de la falta del informe de control financiero del Patronato de Turismo Málaga-Costa del Sol. A esta documentación también estaría ligada la memoria que detalla el grado en que se hayan cumplido los objetivos programados. Se da la situación de que en la pasada comisión informativa el PP ya había presentado estas cuentas faltando diversa documentación, por lo que se comprometió a completarla y tenerla preparada para el pasado pleno ordinario del jueves.

La nueva falta de esta documentación tendrá como consecuencia inmediata la obligación de tener que celebrar un pleno extraordinario para una aprobación que no se puede demorar más allá del 30 de septiembre. Por la urgencia de los plazos, el PP propuso en la sesión plenaria pasar las cuentas con la condición de adjuntar, a posteriori, los informes que faltaban.

Esta intención colisionó con la oposición del PSOE, que encontró el apoyo del resto de grupos para forzar que el equipo de gobierno perdiera la votación. «El PP quería aprobar las cuentas sin aportar importantes documentos», criticó el portavoz del PSOE, Francisco Conejo.