­Tres años son un tiempo prudente para que el decano del Colegio de Abogados de Málaga, Francisco Javier Lara, repase su trayectoria al frente de una institución que está de actualidad porque ha capitaneado algunas protestas contra las reformas que el exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, intentó implantar, sobre todo por las tasas judiciales. Firme defensor de los procesos ágiles, considera que la lentitud con la que se resuelven los procedimientos es uno de los grandes problemas de este servicio público. En esta entrevista, analiza algunos de los temas de mayor actualidad en el mundo jurídico.

Tras tres años como decano, ¿qué proyectos ha podido llevar a cabo y cuáles le quedan por concretar?

Hemos cumplido casi todos los proyectos. El turno de oficio está al día, por primera vez en la historia la Junta está al corriente de los pagos. Hemos conseguido volver a poner en marcha el servicio de orientación penitenciaria. Hemos mejorado las condiciones en las que trabajamos los abogados en el centro penitenciario, hemos conseguido controlar el gasto del colegio, reduciendo las cuotas, hemos aumentado la prestación del servicio, hemos abierto las ventanas del colegio y hemos sacudido las alfombras, hoy estamos más implantados que nunca en la sociedad malagueña. Como proyecto nos queda pendiente mejorar las condiciones en las que trabajamos los abogados en los juzgados. Es una asignatura que hemos trabajado mucho pero aún nos queda. Nos hemos conseguido el respeto que merece nuestra profesión y nuestra toga, y ése es el gran reto, para lo que tenemos que acabar con los retrasos y los señalamientos masivos.

Usted lideró un movimiento nacional de protesta contra las tasas judiciales. Ahora sólo se aplican a las empresas, lo que afecta a las pymes. ¿Cómo habría que redefinirlas?

Estoy especialmente satisfecho con el logro de las tasas. Lo puedo decir a bombo y platillo: la abogacía derogó la Ley de Tasas, y el Colegio de Málaga jugó un papel importantísimo. El primer colegio que se tiró a la calle en aquella manifestación con 3.000 personas en la calle. El éxito ha sido fantástico, rotundo, en beneficio de la ciudadanía. ¿Que todavía estén las tasas para las pymes? Pretendemos que existan sólo para las grandes empresas, pero aún así es un gran éxito, cuando una pyme va al juzgado va a hacer negocio, a defender sus derechos pero haciendo negocio. El problema era cuando una persona física debía pagar una tasa, porque ahí sí que había vulneración de derechos fundamentales. Para mí hoy no es una prioridad.

Usted ha denunciado que se falta el respeto a los abogados en los juzgados en algunas ocasiones por parte de jueces y fiscales. ¿Considera que ese trato sigue dándose?

Sin lugar a dudas. Es así, sigue habiendo falta de respeto por parte de la policía, los fiscales y los jueces. Se sigue tratando al abogado como si fuera un elemento que acude a incordiar. Vamos allí a trabajar. Sigue habiendo señalamientos masivos, retrasos y esperas en las puertas de las salas insufribles. La última en un Juzgado de Torremolinos de Primera Instancia, juicios cada cinco minutos con lo que hubo retrasos de más de tres horas. El TSJA considera que se actuó correctamente y archiva la queja. Se sigue actuando mal y las quejas se siguen archivando por parte del TSJA y del Poder Judicial. Hay un corporativismo total y absoluto entre los jueces que no permite que se sancione a un juez cuando actúa incorrectamente. Sin embargo, cuando un abogado, que ha pasado recientemente, en aplicación del protocolo que aprobamos aquí, y tras hacer la comparecencia, se ausenta del juzgado tras cuarenta y cinco minutos esperando, lo han sancionado con 700 euros. Se pidió la intervención del TSJA, y tiene que pagar. Un abogado tiene que esperar todo el tiempo que considere oportuno el juez, y un juez tiene un retraso de tres horas y no pasa nada. Y eso lo vamos a combatir.

¿Qué le dicen los responsables judiciales cuando habla con ellos?

Que no tienen medios, que hacen lo que pueden, que hay que tener paciencia, ¿qué me van a decir? Cómo van a justificar que señalen juicios cada cinco minutos.

¿Qué radiografía hace de la situación actual de la Justicia en Málaga?

Pésima. El otro día nos llegó un señalamiento para diciembre de 2017, y estamos en septiembre de 2015, lo cual quiere decir que la Justicia se administra de manera tan tardía, tan lenta, que no es justicia. Quien se relaciona con el ciudadano es el abogado. ¿Qué explicación le damos cuando se señala a dos años vista? Fue en la jurisdicción Social.

El Gobierno ha preparado toda una batería de reformas que no terminan de concretarse. ¿Qué innovaciones se necesitan en el servicio público de Justicia?

Hace falta una reforma integral, informatizar y aplicar las nuevas tecnologías, es una Justicia decimonónica que sigue usando el fax. Un juzgado para notificarse con el juzgado de al lado le manda un burofax o un mensajero. Ahí sí que hay que aplaudir la vehemencia del actual ministro de Justicia, que quiere que el 1 de enero de 2016 esté en marcha la aplicación Lexnet en toda España para las notificaciones y desaparezca en papel.

Pero viendo el papel que hay en los juzgados, parece un brindis al sol...

Lo que está está. Veremos a ver cómo los van terminando. La idea es que a partir del 1 de enero entre ya digitalizado. Pero no es sólo una reforma en cuanto a los medios, sino en cuanto al funcionamiento de los juzgados. Hay juzgados, que teniendo los mismos medios, tienen diferencias de señalamiento. Es decir, que hay juzgados que funcionan, con los mismos medios materiales y humanos, y otros que no. Y si son los mismos medios materiales, lo que no funciona son los medios humanos. Y eso nadie lo controla. Y quien debería controlarlo, el CGPJ y el TSJA, mira para otro lado. Cualquier empresa debe tener su funcionamiento, tener sus normas y un protocolo de actuación, y los juzgados no lo tienen. Y como no hay ningún responsable en el juzgado, y quien tiene que supervisarlo no lo hace, hay jugados que son un auténtico desastre.

El fiscal Superior de Andalucía ha vuelto a señalar a Málaga como ejemplo de acumulación de casos muy graves de corrupción, ¿cómo se combate eso?

Bueno, pues se combate actuando contundentemente y con procedimientos rápidos, y un procedimiento lo que no se puede resolver es dentro de nueve, diez o diecisiete años, porque no tiene sentido. Y la sensación que se da al ciudadano es que aquí se puede actuar de la forma que consideres oportuna y no pasa nada. Si la Administración de Justicia funcionase rápida y contundentemente estoy seguro que se combatía la corrupción a todos los niveles.

El legislador parece querer acabar con los macroprocesos...

A mí me da igual que sean piezas separadas o macroprocesos. Lo que tiene que haber son jueces especializados y con medios suficientes para poder instruir y juzgar una causa. Hace falta tener formación y medios, y que los jueces cuenten con peritos y expertos para abordar estos juicios. Y sí me da el temor es que, cuando hay piezas separadas, se juzguen los mismos hechos en varias procedimientos distintos. Eso ha pasado, está pasando y seguirá pasando hasta que se acabe con todo lo de la época Gil. Se ha juzgado a personas por los mismos hechos en distintos procedimientos.

¿Qué opinión le merece la situación del caso Astapa, que lleva años en instrucción?

Es lo que se llama el tener a una persona con su vida arruinada. De momento, la de años que llevamos con gente detenida y en prisión, y ahí ha quedado el tema. La última imagen es la de esa imagen detenido. Cuando llegue el juicio no tendrá ningún sentido, ni la pena que se le ponga al posible autor de los hechos. Es impotencia absoluta. Eso pasa en los macrocasos y en los juicios normales. El otro día celebré un juicio por robo de chatarra en Alhaurín de la Torre, y celebramos el juicio nueve años después.

¿Le gusta el partido judicial uniprovincial?

No, en absoluto.

¿Por qué razón?

Porque es distanciar más la Justicia de la ciudadanía. Yo abogaría más por romper con lo que hay ahora con jurisdicciones provinciales, la Mercantil o la Social, habría que sacarla y llevarlas a otros partidos judiciales como Marbella o Vélez Málaga. Separar las jurisdicciones de la capital. El coste que va a llegar a tener el partido uniprovincial, por ejemplo con la policía llevando detenidos constantemente desde Estepona a Málaga para tomarle declaración, los policías haciendo de meros conductores, comunicadores de personas, y no van a estar en las calles... a los testigos, a los peritos, ese traslado es innecesario. Hace falta invertir, dotar de medios y que la justicia esté en los partidos judiciales. Partidos como Marbella o Estepona que tengan las sedes que tienen, es lamentable. Torrox, que se está cayendo. La imagen que se da es pésima. Hace falta invertir.

¿Qué opinión le merece la situación que atraviesa Julián Muñoz ahora?

Yo creo que es una justicia poco compasiva, y que no es igual para todos. Tenemos varios claros ejemplos en la actualidad de que la Justicia no es igual para todos. Por ejemplo el caso de Isabel Pantoja, con una condena de dos años de prisión. Hay millones de condenados con la misma condena que se le aplica la suspensión de la ejecución de la pena, y a esta persona, por ser quien es, pues no se le ha suspendido.

¿Los tribunales, en el caso de Pantoja, han hablado de ejemplaridad?

Eso es una barbaridad. La Justicia no tiene que ser ejemplarizante, sino justa. Si el Código Penal permite que con condenas de dos años de prisión se suspenda la ejecución de la pena, y se viene haciendo, se tiene que hacer para todo el mundo. El tema de Julián Muñoz, consta su estado de salud por las imágenes, en condiciones normales no debería estar en un centro penitenciario. Debería estar en su casa, vigilado, sin salir si se quiere, pero ¿por qué a De Juana Chaos se le dejó salir y a este hombre no? ¿Porque este hombre pertenecía a un partido y tiene que ser ejemplarizante? ¿Porque en el otro caso interesaba por políticas de Estado? La Justicia, como jurista, veo que no es igual para todos en función de quién sea el imputado.

¿Qué opinión le merece la respuesta que está dando el Estado a la crisis de los refugiados sirios?

Hay que acoger a todos los refugiados que se necesiten, ayudarlos, pero con mucha cabeza y sentido común, de forma que no pueda distorsionar la convivencia en cada país, porque puede distorsionarla, más cuando hay crisis y gente sin medios, sin trabajo, sin ayudas, sin pensión, y viene un refugiado, con todo el derecho y la necesidad del mundo, para que se le acoja, se le ayude económicamente, sanitariamente... te puedes encontrar con gente que diga y ¿por qué no a mí? La materia es muy compleja. Estos refugiados van a contar con el apoyo de la abogacía.

¿Cómo están las relaciones con la Junta después de que se haya puesto al día en el pago de los honorarios por el servicio de la justicia gratuita?

Siempre han estado bien, a pesar de los requerimientos notariales. Seguimos trabajando, no nos conformamos con que estén al día. Hay que modificar o reformar la orden de pago por retribución, porque hay procedimientos nuevos no contemplados, hay pagos de cantidades irrisorias, el IPC no se actualiza desde 2003, y las cantidades son irrisorias. Seguimos peleando porque tenemos que conseguir que se actualicen los pagos. Y que se contemplen los macroprocesos. Y andamos de pleitos con los abogados de oficio de Malaya.

Elecciones. Queda un año para las elecciones en el Colegio de Abogados. ¿Tiene pensado repetir como candidato a decano?

Acabamos de acogernos a la transitoria y prolongado el mandato un año. Estoy contento con la gestión de la Junta de Gobierno, siento el cariño de los compañeros. Si lo estamos haciendo bien o mal no es a mí a quien corresponde decirlo, pero lo que sí es cierto es que estamos trabajando mucho. Ya veremos qué pasa dentro de un año.

Segundo mandato.¿Qué le pide el cuerpo a usted?

Seguir trabajando por la abogacía y la ciudadanía. No vamos a cejar en el empeño de que el abogado recupere el papel que tiene que tener en la Justicia.

Congreso jurídico. El Congreso Jurídico de la Abogacía se ha convertido en un referente dentro del sector y cada año aumenta más el número de congresistas. ¿Qué retos le quedan por superar a este evento?

Es un reto en sí mantener el nivel de las ponencias y de los ponentes. Se ha consolidado como el congreso jurídico-científico más importante de España y probablemente de Europa, lo dicen muchos juristas. El año pasado hubo 1.206 congresistas. El reto es mantener el nivel y aumentar el número de congresistas. Cada año viene más gente de fuera. Este año, por lo que estamos viendo en el ritmo de las inscripciones, la noticia es que viene más gente que nunca de fuera. Además, lo inaugura el ministro de Justicia, Rafael Catalá. La personalidad que lo cierra aún no la puedo revelar.

EL MIR de los abogados. ¿Cómo está funcionando la Ley de Acceso a la Profesión? ¿Ha habido disfunciones?

No hay disfunciones. El examen del año pasado fue muy duro. El que acceda a la profesión va a estar formado. Ahora hay un problema de calendario, porque el examen es en febrero, y los que hicieron el máster el año pasado no llegan porque aún tienen que terminar el prácticum. El examen debería ser en mayo o junio, pero sí está funcionando.

Acceso académico. ¿Cuántos malagueños han accedido ya a la profesión de abogado por este sistema?

Los primeros malagueños entrarán ahora en febrero, son en torno a 150.